Autobús de la línea 7
Autobus frontera linea 7-1
José Antonio Carbonell Buzzian: auditor, asesor y consultor en seguridad

Antes de poder desarrollar unos protocolos de actuación habría que determinar porqué suceden estos actos y preguntarnos también el porqué de que siempre se den en la Barriada del Príncipe. Parto de meras suposiciones. Podría ser que el aumento de este tipo de ataques tenga que ver con represalias debido a que nuestras policías están llevando a cabo un trabajo ejemplar en esta zona. 

Este fenómeno no solo sucede en Ceuta, también ocurre en otras ciudades de nuestra geografía, pero estamos hablando de tan solo 19 kilómetros cuadrados de superficie. No se trata de una gran ciudad, por lo que sorprende cuanto menos, que no se puedan controlar estos actos deleznables.

Es más que evidente que la solución a este grave problema la tienen que aportar tanto la ciudad como Delegación del Gobierno, que son las dos instituciones que deben obligarse a aportar las herramientas idóneas para poder paliar este caos.

Dentro de las actuaciones que se podrían dar, sería la creación de un protocolo de actuación que incluya el aviso a la policía, haciendo que el autobús (por ejemplo) cuando sufra vandalismo, se desvíe de su trayectoria el tiempo necesario para poder restablecer las condiciones idóneas de circulación sin peligro para el conductor y usuarios.

Por ello se tendría que trabajar con un protocolo que facilite una circulación segura de estos autobuses urbanos, existiendo buena fe y ganas de trabajar por parte de las dos administraciones de la ciudad, tal y como ya he dicho anteriormente.

Otra medida a tener en cuenta es el aumento de la plantilla de la Policía Local, dando lugar a la creación de un grupo operativo formado en esta materia, siendo el responsable de escoltar a estos autobuses durante las horas críticas donde se suelen producir estos actos, de forma perenne hasta erradicar el problema.

Se deben celebrar Juntas Locales de Seguridad de forma continuada, para un control de los avances. Está muy claro que a día de hoy, las herramientas disponibles no son suficientes, ya que estos altercados ocurren con demasiada frecuencia. No es cuestión de mirar hacia otro lado, sino de invertir lo necesario para que los ceutíes vivan con tranquilidad y para ello, la implicación de las administraciones, ya que ellas tienen la potestad además de la obligación de atajar estos actos.