- En estos últimos días y no exento de polémica, ha salido a la opinión pública como ha sido la gestión económica de la feria de día, quedando demostrado que el coste del evento no coincidía en muchas de sus partidas con el precio de mercado.

Es evidente que esto no se puede cerrar en falso con una sola dimisión, en este caso la del señor Jaramillo, pues si le echamos un vistazo a la documentación derivada del evento, podremos observar que es el consejero responsable de área y no el dimitido, quien estampa su firma y que sepamos, hasta la fecha el señor Vivas no ha aparecido para pedir explicaciones al señor Mirchandani sobre porque firma los decretos sin verificar previamente, si estos se ajustan a derecho y en especial a lógica comercial de mercado.

Esta claro que aquí algo no cuadra y a los hechos me remito, si no que me expliquen como es posible que uno de los decretos de la discordia, diga en su parte dispositiva de manera literal que “se aprueba la contratación menor de suministro de cabinas sanitarias para la feria de día gastronómica” y sin mas historias se proceda a aprobar el gasto de dicha contratación, por la desorbitante cantidad de “16.848,00 euros (IPSI incluido) con cargo a la partida 226.99.338.011 - numero de operación 201400040534, como también se especifica. Surgiéndonos la duda de si tal gasto, por lo menos, no tendría que haber generado la pregunta en el consejero de si las cabina eran de oro o de plata, al parecer no fue tal la curiosidad, firmó y punto. De igual modo también se dijo en su momento que “el Arrebato”, conjunto actuante en la feria, vendría prácticamente a coste cero y si fue así, no se sabe muy bien que es lo que algunos entienden por eso de “coste cero”, cuando en el contrato de marras se especifica que la cuantía para tal menester asciende a 27.877,84 euros, exacta cantidad que la que aparece en el decreto firmado por el señor consejero.

Y si nos referimos al asunto de las “rafias” popularmente conocidas como toldos, ya ni se molestan en mencionar a ni una sola empresa, aquí directamente se va al meollo del asunto, el de la “tela”, pero no la de colores sino mas bien la que asciende por un lado a 15.600,00 euros y por otro a 16.400,00 euros, a esos precios no sabemos si la tela de los toldos debían de estar bordadas con hilos de oro o contaban con encajes de bolillo, por lo menos de esto último algo si que hay.

De ahí el título con el que abro el artículo, porque si esto es lo que se ve y por el lío que se ha montado, no ha tenido mas remedio que hacerse publico a la ciudadanía, lo que no se ve ya ni les cuento, pues solo con “rascar” un poco y dado el caso, es posible que encontremos hasta petróleo. La “praxis”, termino puesto de moda en estos días y cuyo mal uso al parecer ha sido lo que ha “dimitido” al responsable de festejos, viene siendo mala por lo general no solo en este asunto sino también en muchos otros y que se sepa en once años de reinado de Vivas, muy pocas o ninguna dimisiones ha costado.

Aquí se han dado concesiones por cuatro años por montantes de hasta doscientos mil euros, para a continuación prorrogarlas “sine die” sin ni siquiera molestarse en volver a sacarlas una vez expiradas, a la prescriptiva licitación y se han quedado tan a gusto. Desde luego que eso si que es “mala praxis” porque transcurrido el tiempo siempre es bueno analizar otras ofertas que pudieran abaratar los presupuestos y por ende aliviar las cargas de un presupuesto que como el local ya no da mas de si, aunque al parecer ni esas son las intenciones ni por supuesto por ahí van a ir los derroteros.

Entiendo que en algún momento de toda esta historia por la que transitamos, los ciudadanos reaccionaran, involucrándose en alguna medida en aquellos temas que, por ser del interés de todos, deben contar con nuestra participación, siendo capaces de pedir, cuando así se estime, las correspondientes responsabilidades por esas tan generalizadas “malas praxis” de los que nos gobiernan, evitando con ello que estos solo velen por los intereses propios y sigan tan cómodamente en sus poltronas hasta que se jubilen.