Que la Ciudad adeudaba más de 200.000 euros a la anterior adjudicataria del catering, la ong Luna Blanca, más concretamente en febrero de 2011 la Ciudad le adeudaba 13 mensualidades por la limpieza y el servicio de comidas que venía ofreciendo desde 2003 vía convenios, también es público y notorio. Que en vez de pagar y que siguieran prestando el servicio, el Ayuntamiento decidió buscar otra empresa y que a día de hoy el contrato no está firmado, es público y notorio.

Que la Ciudad obvió la petición de la directora de menores de que en el pliego de condiciones se exigiera el control de los alimentos y el transporte de los mismos por parte de la Consejería de Sanidad, también es público y notorio. Que cuando uno se dedica a la política no es todo un camino de rosas, salvo que lo que uno, o en este caso una, pueda pensarse, y que ser diputada y consejera no sirve sólo para aparentar, es público y notorio. Como también lo es que la oposición ha hecho lo que debe hacer, pedir responsabilidades y exigir un estudio global del área donde las condiciones de los menores y las de trabajo no son las adecuadas. Pero claro, lamentarse al más puro estilo ‘calimero’ de un supuesto “ataque político desmesurado” de la oposición es de tener poca capacidad de encaje y de no saber donde se está. Más aún cuando desde su partido (su gobierno) se ha alentado, fraguado y financiado una campaña de ataques desmesurados continuados en lo personal contra personas de otra formación política que ya duran más de un año, y siguen y siguen. Sin embargo nadie ha contestado a esos ataques, pudiéndolo hacer, y es público y notorio. Que la Consejera de Menores debe comparecer para explicar los pormenores del área que dirige, de las instalaciones, de las plantillas, etc, etc… es lo deseable…. Y debe ser público y notorio.