Dos años, dos años y la vida se le acabó. Lo escuché esta mañana en las noticias y cuando lo pienso se me eriza todo el cuerpo. Las cosas pasan, los humanos erramos e imagino que como decía mi madre: "si está de Dios...", pero me gusta pensar que aparte de Dios, hay otro ente que es capaz de, o al menos intentar, evitar tragedias, ese ente somos nosotros.

A lo que voy, en un municipio de Sevilla (La Campana), en una piscina de una residencia privada, muere ahogado un niño de 2 años, 2 años... con toda una vida por delante, lo pienso y... A colación de esto he leído que este año está siendo especialmente trágico en ese sentido, niños que mueren en piscinas. No puedo llegar a imaginar ni por asomo, gracias al Dios del que hablaba mi madre, cuánto dolor tienen que estar sintiendo los familiares de ese niño y cómo podrán dormir el resto de sus días.

Como dije al principio, las cosas pasan, claro y, seguramente, no es momento de buscar culpables, pero yo no puedo dejar de pensar en las responsabilidades. Estoy harto, muy harto del común de los humanos, imagino que serán cosas de la edad, pero muchísimas cosas de las que veo a diario no me gustan. Seguro que a mí también me podría pasar, a lo mejor por eso nunca tuve hijos, pero la pregunta irremediable que se me viene a la mente es: ¿dónde estaban los padres, hermanos, abuelos, quien fuere, de este niño?

A ver, vuelvo a pecar de pesado y sí, las cosas pueden pasar, pero a bote pronto me dejan al cuidado de un niño en la piscina y me tienen que separar con aceite hirviendo del niño, hasta el punto de "amargarme" el día en la piscina, ¿y qué? ¿Cómo carajo cae el niño al agua y no lo ve nadie? ¿Se fue del piso por su propio pie porque la puerta estaba abierta y fue hasta la piscina? No sé, los despistes existen, se dan y cuestan vidas y seguro que estoy siendo muy duro en la crítica porque a mí también me han pasado cosas pa' matarme con el despiste, y no sé nada de las circunstancias del caso concreto del que hablo.

Lo que ocurre es que yo creo en la responsabilidad, en todos los sentidos de la vida. Si, por ejemplo, estudio mucho y me sacrifico, tengo muchas más posibilidades de aprobar en el cole, en el instituto, una oposición, que si estudio poco o me da igual todo. Lo que ocurre es que yo creo que si llevo una vida sana, como lo mejor posible y hago deporte, tengo muchas más posibilidades de tener un cuerpo sano y de tener menos enfermedades que el fumador/bebedor/perezoso, opino yo. Lo que ocurre es que, es que, es que... y así con todo.

Dos años, una muerte de las que siempre he pensado que jamás me gustaría experimentar (ahogado), y en tres minutos paso de la vida a la muerte, así, sin más, no, no es justo, pero la vida no lo es, Dios no lo es.

Estas cosas me sirven al menos para pensar que ¿qué importa que me deje mi mujer? ¿Qué importa que gane este o el otro las elecciones? ¿Qué importa que me bajen el sueldo en el trabajo? Y ¿qué importan cien mil cosas más?

No, yo creo, y solo creo que, siendo responsable de un niño en una piscina, eso no me pasa, y solo lo creo porque, por ejemplo, el sábado pasado con mis hermanos en la playa, mis sobrinos se bañaban solos, no tienen 4 o 5 años, obvio, pero si una ola, un desmayo, un lo que sea ocurre, allí que estábamos los 6 hermanos debajo de las sombrillas jugando a las cartas, lo pienso y me culpabilizo.

Sí, las cosas pasan y las tragedias también (en Guadix un trabajador de 28 años muere atrapado por una cosechadora, no veas...), y alguna tragedia en la nieve de algún conocido mio ocurrió, pero las gentes, las gentes, somos tan irresponsables, en tantos y tantos sentidos. Tenía un profesor de Historia del Derecho que decía que lo peor que había era la vulgar clase media, no estoy de acuerdo, y de igual manera cuando en Matrix las máquinas le dicen a Neo que los humanos somos un cáncer, tampoco estoy de acuerdo, pero a veces, solo a veces veo conductas, actitudes y comportamientos en el género humano que me dan que pensar si algo de razón pudieran llevar.