Claro, claro que no soy Míster España porque no quiero, y si a ustedes mi apreciación les parece ridícula, que en su derecho están, me gustaría  que fuesen igual de severos con la tontería que escuché ayer. Pero de la tontería hablaremos después, ya que ahora no quiero volver a sentir esa impotencia de que nos quieran tomar por tontos, o sin eufemismos, por gilipollas.

Dicha tontería me hizo recordar aquellos fantásticos teleñecos, ¿se acuerdan? Y más concretamente a Coco, qué tío. Cómo era capaz de explicarnos la diferencia entre lejos y cerca; no se podía explicar mejor: "ahora ESTOY CERCA, ahora estoy... lejos".

Pues yo quiero hacer hoy lo mismo, así que, tachán!!! Hoy, matemáticas para principiantes, bienvenidos a mi curso de matemáticas súper avanzadas. Lección 1, y única, no quiero que se saturen: somos  tres personas, bien. Yo tengo 7 euros, los otros dos tienen 5 y 5 euros respectivamente. Resulta, y he aquí lo sorprendente de las matemáticas y donde Pitágoras estuvo a punto de pasarse a costura y confección al descubrirlo, que si los otros dos juntan su dinero, tienen más dinero que yo!!!!! Créanme cuando les digo, que 10 euros son más que 7, se lo juro.

Bueno, pues resulta que Feijóo, ayer, ni corto ni perezoso, se planta en el Congreso y dice, esperen, tengo que coger aire: "No soy Presidente del Gobierno porque no quiero". Ole, ole y ole, hoy comemos caracoles. Enga (andaluz de venga), vamos allá: PP 137, Vox 33, Coalición Canaria 1, Upn 1= 172. Necesita al menos 176, o sea, se lo explico despacio para que no haya dudas: si tengo 172 y tengo que llegar a 176, las matemáticas, ciencia que es porculera porque es exacta dice que 176-172= Me faltan 4!!!!!

Y he aquí donde Feijóo vuelve a tomarnos por tontos, eufemismo de... porque dice que no acepta los 7 votos de los catalanes porque no acepta el chantaje. Bien. Lo que no dice, y se calla es que, aunque los catalanes no lo chantajearan y diesen sus 7 votos al PP no tendríamos esto: 137+33+1+1+7= 179, no, claro que no, ¿saben por qué? Porque si el PP aceptara los 7 votos de los independentistas, perderían automáticamente, salvo hipocresía mayúscula, los 33 de Vox que se niegan a estar junto a Puigdemont y compañía ni en fotos, con lo cual nos quedaría: 137+1+1+7= 146.

¿Y saben qué? Yo me alegro, me alegro de que no puedan gobernar, y me alegro, además de porque el PP siempre apoyará lo privado antes que lo público, a la patronal antes que al trabajador, al banquero antes que al autónomo, me alegro, sobre todo, porque no quiero nada que se le parezca a Meloni en España.

Me alegro porque no quiero que se les dé cursos a los niños para aprender a clavar banderillas a los toros, me alegro porque no quiero que se justifiquen y defiendan a dictadores, repito, dictadores, me alegro porque no quiero que se niegue la violencia de género o el calentamiento global, me alegro porque quiero que se controle más la carne que comemos, me alegro porque Doñana es único, me alegro porque me gusta la gente más humana, no me gusta la gente que deja morirse en el agua a decenas de personas, primero porque no es cristiano, y luego porque no soy un miserable.

Cierto es que yo soy un hipócrita y un fariseo en este tema y en vez de hablar tanto podría llevarme a algún inmigrante (si es delincuente mejor), a mi casa, cierto es y me lo miraré.

Sí, señor Feijóo, yo no soy Míster España porque no quiero, de igual manera que usted no es presidente porque no quiere.

Y sí, claro que el artículo está lleno de ironías, demasiadas quizás, pero es que era tomármelo así (a risa), o tomármelo en serio, y no me apetecía esto último porque me pongo de mala leche y además la ironía es un recurso literario brillante, tan brillante como yo, que no soy Míster España porque no me da la gana, créame.