Una buena noticia en un verano negro para la Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA) de Calamocarro-Benú. La Sociedad de Estudios Ornitológicos (SEO) de Ceuta ha confirmado que una pareja de águila...
Pasaban doce minutos de las siete de la tarde en Lisboa cuando el Atlético saltó a calentar al césped de Da Luz en medio de una atronadora ovación. La fiesta del Benfica, que se presentaba ante su público, se vio interrumpida drásticamente. Dos jugadores rojiblancos tuvieron la culpa. Uno, José Antonio Reyes; el otro, Simão Sabrosa. El sevillano fue recibido con cariño por la afición benfiquista pero el portugués se llevó la palma. Cinco minutos de aplausos mientras que fueron correspondidos con incontables saludos por parte del que fuera capitán 'encarnado' durante varias temporadas. Era la primera vez que Simão se medía al Benfica en la que tantos años fue su casa desde que fichó por el Atleti. Un momento que tanto el jugador como la afición esperaban con ansiedad. 40.000 personas coreaban el nombre del luso, que comentaba la jugada con Reyes entre sonrisas.
La siguiente ovación llegó al anunciar las alineaciones. Ni un silbido para los colchoneros (algo inusual en el fútbol de hoy en día) y más aplausos cuando llegó el turno de los dorsales '19' y '20'. Por cierto, nada que ver el amistoso clima de Da Luz con el hostil de O Dragão meses atrás.
Simão era el protagonista de la noche. Ni Saviola, ni Aimar. Antes de comenzar el encuentro, Luis Filipe Vieira, presidente del Benfica, le entregó una placa en recuerdo de lo mucho que dio al club 'encarnado'. Más aplausos para un futbolista al que desde la grada le pidieron la camiseta con muchas pancartas en las que también solicitaban su regreso.
El águila Vitória sobrevoló Da Luz con los jugadores de ambos equipos sobre el terreno de juego. Por en bando rojiblanco (ayer negro) más de uno se quedó asombrado con el ave rapaz. El que más, Heitinga, que luego sería el destinatario de los silbidos del público tras un leve roce con Cardozo. No fue el único. Y es que pesar de tratarse de un amistoso, nadie rehuyó el choque. Un partido con poco fútbol pero intenso en el que parecía estar en juego la clasificación para la Champions, precisamente para lo que se prepara el Atlético.
Y la cosa empezó bien. Tanto, que a los diez minutos, Raúl García ya había adelantado a los colchoneros tras un gran disparo desde fuera del área con el que finalizó una buena contra. Cardozo empató a los 20', pero Forlán no falta a su cita con el gol ni en el primer amistoso de pretemporada que juega. Fue de penalti, tras una jugada del Kun en la que pecó de individualista. Llegó la segunda parte, y con ella, un carrusel del cambios que también afectó a Simão, ídolo en Benfica, que se marchó con otra gran ovación
