- domingo 28 abril 2024
Un ruso con ciudadanía española, Yevgueni Mirónov, se encuentra entre los ocho sospechosos de haber secuestrado en el mar Báltico el barco mercante de bandera maltesa “Arctic Sea”, informó hoy la agencia Interfax.
Así figura en los materiales que el comité de investigación de la Fiscalía entregó hoy al tribunal Basmanni de Moscú para respaldar su solicitud de detención de los ocho sospechosos de haberse apoderado por la fuerza del buque. Según esos documentos, Mirónov es un desempleado con pasaporte español. También se menciona a un ruso, un letón y tres hombres sin ciudadanía, mientras se intenta confirmar la procedencia de otros dos secuestradores.
En principio, se informó de que entre los ochos piratas había cuatro estonios, dos rusos y dos letones, que fueron trasladados el jueves desde Cabo Verde a Moscú en un avión militar ruso. Los ocho sospechosos, que se encuentran en la prisión preventiva de Lefórtovo, podrían ser condenados a hasta veinte años de cárcel por secuestro y piratería.
El ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, aseguró que la captura del “Arctic Sea” fue un “acto de piratería”, aunque eso ha sido puesto en duda por la Unión Europea y otras cancillerías occidentales. Además, informó de que los secuestradores, que iban armados y maniataron a los quince tripulantes del barco, exigían un rescate y amenazaban con volar el mercante.
Los tripulantes relataron que los piratas se aproximaron al buque en aguas del mar Báltico a bordo de una lancha motora ataviados con chalecos con la palabra “Policía”. La Cancillería rusa indicó hoy que, en cuanto se confirme la ciudadanía de los piratas, se lo comunicará a los países interesados.
El Kremlin anunció ayer que el barco mercante, que fue rescatado por un buque de la Armada rusa, sería trasladado al puerto ruso de Novorossiysk, una de las bases de la Flota rusa del mar Negro. El “Arctic Sea”, propiedad de una compañía finlandesa, navegaba con un cargamento de madera desde Finlandia hacia el puerto argelino de Bejaia, adonde debía llegar el 4 de agosto a través de Gibraltar, pero la comunicación con él se perdió el 28 de julio.
Las autoridades de varios países revelaron estos días que el “Arctic Sea” nunca estuvo en paradero desconocido, sino que se decidió ocultar la información real para no poner en riesgo la vida de los tripulantes y la integridad de la nave.