Cristiano es un glotón del gol. En las últimas jornadas ha sido muy importante para su equipo en su faceta más generosa, pero él necesita marcar para irse a casa tranquilo y con la sensación del deber cumplido. Esa ambición es la que le hace marcar diferencias. Y ante el Málaga se dio un festín utilizando todos los recursos para marcar. De primero, gol de nueve puro, colándose entre los centrales y rematando de primera; de segundo, jugada personal para acabar con un derechazo raso inalcanzable para Rubén; y de postre, un lujazo de espuela sólo al alcance de los grandes Y otro balón para el salón de su casa.