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El buque escuela de la Armada española Juan Sebastián de Elcano, que llegó a nuestra ciudad el pasado viernes, se despidió ayer de Melilla al mediodía. Cientos de melillenses han aprovechado el fin de semana para conocer las entrañas de este barco con más de ochenta años de historia en el que se forman los futuros cabos de la Armada.
Los últimos en visitar el barco fueron los alumnos de los colegios Mediterráneo, León Solá, Pedro de Estopiñán y La Salle. En total 346 niños que recorrieron ayer mismo la cubierta del buque y conocieron a través de los miembros de la tripulación cómo es la rutina a bordo de este barco que fue botado el 5 de marzo de 1927 en Cádiz.
El buque escuela Elcano del que siguen saliendo cada año los nuevos oficiales de la Armada, los Guardias Marina, conserva intacto el aspecto de un velero, que incluso para aquéllos que poco o nada saben de la mar, resulta espectacular y bonito, sin más. A esa belleza en las formas, hay que sumarle la historia que lleva consigo. El hecho de que haya cruzado el Atlántico norte únicamente a vela en cinco ocasiones o su paso por el estrecho de Magallanes doce veces, rememorando la hazaña del marino portugués. En sus 85 años de vida, sólo ha dejado de navegar entre 1937 y 1939 por la Guerra Civil y en los años 1957 y 1978 a causa de trabajos de mejora. Melilla ha sido la última parada de la travesía por el Mediterráneo del buque, que el próximo 1 de marzo comenzará su segunda travesía del año, esta vez por América, pasando antes por Santa Cruz de Tenerife, Cabo Verde y desde allí hasta Colombia, República Dominicana, Estados Unidos, Irlanda, Alemania y Noruega.
Durante estos cuatro días, además de las visitas de escolares y otros melillenses, por el buque han pasado las máximas autoridades de la ciudad. El presidente del Gobierno local, Juan José Imbroda, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani,y el comandante general de Melilla, Álvaro de la Peña, visitaron el barco en su llegada.
Los miembros de la tripulación han sido durante estos tres días acogidos por todos los estamentos locales. El sábado protagonizaron una ofrenda floral a la Patrona de Melilla en la iglesia de la Purísima, donde recibieron obsequios por parte de la Hermandad de la Virgen de la Víctoria y de la del Rocío. El mismo día fueron recibidos en el Salón Dorado de la Asamblea por el vicepresidente primero de la Ciudad, Miguel Marín.
Es la quinta vez que el Juan Sebastián de Elcano pasa por Melilla, pero no por ello ha generado menos expectación.
Ayer pasadas las 13:00 horas los tripulantes izaban las velas del barco, que emprendía su viaje rumbo a Cádiz. El sol que recibió al buque el pasado viernes, no se quedó para despedirlo. A pesar de ello, la imagen del Juan Sebastián de Elcano saliendo del puerto volvió a ser tan espectacular como la de su entrada.
