Eduquemos para erradicar la violencia
En el Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres hablo en voz alta. Ya no me callo. Ya no me escondo. Yo he luchado contra ella, contra la violencia, durante mucho tiempo. He ganado la batalla. Y he descubierto lo que era mentira: era mentira que me merecía un golpe porque se había enfriado la comida. Era mentira que me mereciera un insulto el día que decidí ponerme a buscar trabajo o cuando le pedí atención. Era todo mentira, no me merecía esas humillaciones. Y también era mentira que estuviera sola. Hubo mucha gente dispuesta a ofrecerme su mano abierta mientras huía de puños cerrados. Conseguí huir. Comenzar y remontar.