- sábado 27 abril 2024
La crisis económica ha puesto en valor el uso de la fiambrera en el lugar de trabajo. Cada vez son más las personas que se llevan el tupper a la oficina en vez de salir a comer al restaurante. Así, mientras hace un año, el 13,4 por ciento admitía que llevaba su comida al trabajo, en 2009 la cifra llega al 22 por ciento.
Este dato va en consonancia con las cifras a la baja en torno a los hábitos alimenticios que se han hecho público hoy. El gasto de los españoles en productos de alimentación y bebidas ha descendido un 3,3% en el último año hasta un total de 87.645 millones de euros, según afirmó la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, quien precisó que, en términos de volumen (cantidades compradas), el retroceso ha sido del 1,5%.
En el actual contexto de crisis se aprecia una menor fidelidad al establecimiento habitual. Así, los consumidores visitan distintos puntos de venta en busca de la mejor calidad-precio. Las primeras marcas de fabricante se mantienen como la primera opción para los compradores, al tiempo que las marcas de distribuidor que siguen ganando peso en la cesta de la compra.
Durante la presentación del anuario de Mercasa 'Alimentación en España 2009', la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, aseguró que el consumo de los españoles ha descendido en el último año aunque menos de lo esperado. De hecho destacó especialmente que no se han producido grandes caídas lo que refleja que el sector agroalimentario "resiste bien la crisis".
La ministra destacó especialmente el trasvase del consumo de la hostelería y la restauración en favor del ámbito doméstico, dado que sólo 23,7% del gasto se produce actualmente fuera del hogar, frente al 30% que aproximadamente se registraba hace un año. "La actual situación económica actúa como un pequeño freno a la evolución expansiva del sector de la restauración", señaló Espinosa, quien destacó asimismo que crecen en un 8,4% quienes manifiestan consumir en el puesto de trabajo comida traída de casa.
La ministra, que valoró que los consumidores primen la calidad a la hora de optar por un producto (65% de los encuestados), por encima del precio (56%), advirtió de que en el actual contexto de crisis se aprecia una menor fidelidad al establecimiento habitual. Así, los consumidores visitan distintos puntos de venta en busca de la mejor calidad-precio.
En el caso de la hostelería, pese a detectarse un ligero descenso en el número de visitas, en un análisis comparativo con otros países europeos y Estados Unidos, España ocupa el segundo lugar con mayor número de visitas per cápita al año, con un total de 196, y con mayor gasto por comensal por visita, cifrado en 4,85 euros.
La ministra asegura que el sector agroalimentario español ha sabido adaptarse y enfrentarse a la crisis, por lo que saldrá fortalecido de ella. Por ello confía en que los datos de consumo evolucionen de forma positiva en los últimos meses del año. En este punto identificó como una de las "asignaturas pendientes" la internacionalización, y apuntó que "es ahora cuando hay que hacer más esfuerzos que nunca" en este sentido.
El estudio de Mercasa sobre producción, industria, distribución y consumo de alimentación en España pone de manifiesto que el gasto por persona en alimentos y bebidas para consumir en el hogar se elevó a 1.472,4 euros en 2008, con lo que la media mensual se situó en 122,7 euros, casi cinco euros más que el año anterior.
En total, el gasto en alimentación y bebidas creció un 4,6% en 2008, hasta 90.303 millones de euros, un presupuesto en el que priman los productos frescos, de forma que la carne concentra el 20,8% del gasto; las patatas, frutas y hortalizas frescas, un 14,1%; el pescado un 12,7% y el pan, un 6,3%.
En cuanto a la alimentación envasada, las primeras marcas de fabricante se mantienen como la primera opción para los consumidores (41,5%), mientras que las marcas del distribuidor alcanzan un 34,4% y siguen ganando peso en la cesta de la compra, dado que en 2003 suponían el 25,4%.
El informe detalla que las ventas netas de productos de la industria alimentaria se situaron en 83.204 millones de euros durante 2008, lo que supone un incremento del 1,4% respecto año anterior y el 16,4% del total de ventas netas del sector industrial español.