Acaba de recibir la Antena de Oro que otorga la Federación de asociaciones de radio y televisión de toda España como presentadora de «Password» y «Granjero busca esposa». ¿Se lo esperaba?
-No me lo esperaba. Yo no estoy acostumbrada a esas cosas porque normalmente no suelen ocurrirme, así que siempre me extrañan. Recuerdo que  el año pasado también nos nominaron para los TP de oro y me ocurrió lo mismo. Supongo que es algo normal para la gente más veterana, pero a mí me sigue sorprendiendo.
-Su programa «Password» lleva casi 300 emisiones, todo un récord teniendo en cuenta lo poco que aguantan hoy los directivos de televisión. ¿A qué se debe el éxito?
-A que es un formato muy agradecido. Pero es cierto que una de las grandes diferencias entre la radio y la televisión es la paciencia de los directivos. En la radio te aguantan una temporada por lo menos, pero en la tele si no funcionas te quitan a la semana.
-¿Qué es lo que menos le gusta de la televisión?
-El maquillaje. Al principio me parecía divertido que me maquillaran y que me peinaran porque a todas nos gustan que nos pongan monas, pero ahora me resulta estresante, durísimo.
-¿Por qué?
-Porque grabo muchos programas seguidos y tengo la piel destrozada, la cara llega a dolerme. Así que cuando dejo de grabar unos días aprovecho para ir a un profesional y que me la limpie y me dé los tratamiento necesarios para regenerarla y ponerla en condiciones. Yo nunca pensé que me podría pasar esto.
-En poco tiempo se ha convertido en una de las mujeres más admiradas de la televisión. ¿Qué hace para mantenerse en tan buena forma?
-Montar en bici. Yo en mi vida había hecho deporte, pero todo el mundo me daba la lata, así que terminé comprándome una bicicleta y le he cogido gusto. Ahora casi todos los fines de semana cojo mi casco y nos vamos por ahí buscando rutas nuevas.
-Usted se casó hace pocos meses. ¿Dónde fue de viaje de novios?
-Aún no hemos tenido tiempo. Nos fuimos unos días, pero el gran viaje no he podido hacerlo porque no tenía los planes de grabación. 
-¿Siempre ha querido ser actriz?
-No, siempre quise ser veterinaria. Seguro que hubiera sido muy feliz en una clínica con mis perros y mis gatos, pero me entró el veneno de la actuación en el cuerpo y ya no pude dejarlo, me fue imposible.
-¿Dónde le gustaría ir?
-A China, pero necesito tiempo y ahora no lo tengo. Así que de momento debo conformarme con viajes más cortos. Aun así, hay sitios que son maravillosos. Últimamente estuve en Praga y me encantó porque es muy bonita, como si fuera de cuento de hadas.  
-¿Le gustan los yogures?
-Me encantan, sobre todo los de fresa sin tropezones. El sabor, la cremosidad… Es como si fuera un helado, pero no engorda. Además siempre les añado dos cucharadas de sacarina líquida porque me gustan las cosas muy dulces.

A vuela pluma
Todos los que conocimos a Luján cuando empezaba a abrirse camino en la radio sabíamos que más pronto que tarde terminaría triunfando. Sus ganas, su capacidad de aprendizaje y su soltura le hacían destacar sobre los demás. Si a eso le añadimos unos inmensos ojos azules que enmarcan una mirada capaz de comunicar cualquier sentimiento, comprenderán que la cámara se enamorara de ella. Un romance que durará mucho tiempo porque han nacido la una para la otra.