extraña

Una extraña fascinación por los nazis

Hace 20 años, un abogado norteamericano expuso una ingeniosa ley, a la que se bautizó con su nombre. La ley de Godwin reza: "A medida que una discusión online se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno". Pero parece que la ley no se limita al mundo de Internet. Una variación podría ser: "A medida que un miembro de la alta sociedad británica consume bebidas alcohólicas, la probabilidad de que realice un comentario elogioso sobre Hitler, o se disfrace de nazi, aumenta vertiginosamente". El último caso lo ha protagonizado u...

Mengual está de vuelta: "Me sentí algo extraña"

Gemma Mengual regresó la pasada semana a la competición con el equipo español en el World Trophy de Pekín. La nadadora, nueva imagen de Seat, estuvo ayer en un acto promocional y reconoció que tras dos años sin competir tenía "muchas ganas de volver. Me invadieron sensaciones algo extrañas, pero el torneo nos fue muy bien". Mengual se vio obligada a improvisar en la modalidad de dúo por los problemas físicos de Andrea Fuentes, aunque en los Juegos de Londres nadará sólo el equipo. "Primero tenemos el Preolímpico. Hay mucho margen de mejora, porque llevamos pocas competiciones". En el último torneo, ni China ni Rusia llevaron su mejor formación. ­

Nagore supera una extraña gastroenteritis y ya se entrena

Lo que parecía ser una simple gastroenteritis hace dos meses se ha convertido en un calvario para Nagore. El jugador del Alcorcón sufrió problemas estomacales antes del partido en Cartagena, pero después no remitieron a pesar de las numerosas pruebas que se le realizaron. Desde entonces no ha podido participar en los últimos diez partidos sin saber que le sucedía realmente, ya que, cada vez que parecía que mejoraba, volvía a recaer.

Me extraña que Kanouté haya respondido sin provocación

Marcelino García Toral, técnico del Sevilla, no quiso valorar la tángana pero defendió a Kanouté: "No tengo datos suficientes para explicar lo que ha pasado Kanouté, pero me extraña que haya respondido así sin una provocación previa, pero bueno ha pasado y ya está". Leer

Extraña normalidad en la tienda estandarte de Apple

Apple ha perdido a su fundador, pero dentro de su tienda estandarte en la Quinta Avenida de Nueva York la vida sigue como si nada hubiera cambiado. En el enorme establecimiento, abierto las 24 horas del día, los clientes siguen probando los diferentes aparatos, preguntando formas de pago a los vendedores y haciendo cola para pagar alguno de los productos que Jobs ideó. Si no fuera porque en algunas de las pantallas de los cientos de ordenadores que contiene se puede ver la foto en blanco y negro con el texto "Steve Jobs 1955-2011" que la página de Apple ha colgado en su portal, nada indicaría...

Shakira y Antonio, esa extraña pareja

Antonio de la Rúa y Shakira forman esa extraña pareja que ya no es. Están juntos pero no revueltos. Las razones, desde que se acabó su amor, se explican en que ella vale su peso en oro y él, las cosas como son, sabe cómo hacer para que su cotización se dispare en el mercado de valores del show business. Bill Clinton venció en 1992 a George Bush por muchos motivos, pero un eslogan resultó definitivo: «Es la economía, estúpido». Un ligero cambio de sustantivo -dinero en lugar de economía- bastaría para entender esa sociedad entre Antonio y Shakira que no deja de producir abundantes dividendos y ...

Una extraña sensación

El Barcelona de Josep Guardiola está muy acostumbrado a ganar, como si fuera lo más fácil del mundo. Sin ir más lejos, este mismo año empezó la Liga con la barriga llena después de zamparse al Real Madrid en la Supercopa de España y al Oporto en la de Europa. Podría decirse que, para terminar la comilona, de postre le hincó el diente al Villareal (5-0) y luego, se tumbó a la bartola. Tan raro es que no gane dos partidos seguidos como que no juegue fino. Y eso es lo que le ha pasado en apenas cuatro días.

La extraña familia

Desde aquella «Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí»(1997) hasta hoy, Félix Sabroso y Dunia Ayaso nos vienen convencido de que nacieron para hacer reír («El grito en el cielo», «Descongélate»). Poco a poco se han ido aproximando al melodrama («Los años desnudos. Calificada S»), pero hasta «La isla interior», que ayer concursó en Valladolid, no han buscado la lágrima del público. Saben que es su proyecto más difícil: «Estuvimos cinco años moviéndolo», confiesan.
Una enfermera fiel
A cambio han logrado un gran reparto para conformar a esta familia tan árida como el paisaje de la isla, cuyo padre (Celso Bugallo) está aquejado de esquizofrenia. A su lado, una enfermera fiel, pero una madre con el afán controlador de Bernarda Alba: «Se aferra al pequeño poder manipulador que tiene dentro de la familia, eso que también se hace en política. Me ha encantado interpretarla, pero no me gustaría cruzarme con ella», confiesa Geraldine Chaplin. Las consecuencias son devastadoras en sus tres hijos (Candela Peña, Alberto San Juan y Cristina Marcos), que luchan por evitar la herencia paterna y esquivar el lazo materno. «No hemos pretendido representar a los enfermos mentales. La esquizofrenia no es el tema de la película», advierte Sabroso, quien, sin embargo, cree que cualquiera puede verse representado en la castración que en ocasiones intentan los progenitores: «A veces el control familiar es tan fuerte que nos impide avanzar, como ocurre aquí».
   Sobre el cambio de registro, Ayaso tiene muy claro que Sabroso es carne de comedia, pero éste insiste en que «uno no quiere tener la sensación de que se repite», e incluso avanza que ya preparan un «thriller».

La extraña pareja

Si observan de nuevo la fotografía de portada del SPORT podrán apreciar que el sueco Ibrahimovic le saca más de una cabeza a su compañero Messi. Está claro que los dos futbolistas tienen una perspect

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Una extraña visita en la noche

A las diez de la noche del domingo (ocho horas más en España), un avión de la fuerza aérea venezolana contactó con la torre de control del aeropuerto internacional de El Salvador y pidió autorización para aterrizar. "Se la negamos", explica un oficial salvadoreño, "porque su petición no estaba basada en ninguna de las situaciones de emergencia que contemplan los convenios internacionales". Aun así, la aeronave, procedente de Nicaragua, inició la maniobra de descenso al tiempo que una caravana de vehículos con matrícula oficial llegaba a la terminal de San Salvador. Para sorpresa del personal del aeropuerto, quien bajó del avión venezolano, seguido de un pequeño séquito, era nada más y nada menos que el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya.

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