gritaba

«Gritaba y nadie me oía»

"No me oían, así que sólo podía soñar. Me dediqué a revivir mi vida entera", ha explicado ahora por primera vez Rom Houben, el accidentado de 46 años al que los equipos médicos pensaron que ya sólo era un vegetal. Ahora dice que desesperó durante 23 años por gritarles que "estaba consciente", que apenas sólo no podía hablar ni moverse. Hoy Houben recuerda como "mi segundo nacimiento a la vida" el momento en que vio, a los médicos que operaban a su alrededor, descubrir que había una consciencia en movimiento tras su máscara paralizada: "No olvidaré jamás ese momento, cuando sentí que descubría...
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad