La destitución fulminante del teniente coronel José María Albarracín, al mando de la Oficina de Inteligencia de la Segunda Sección del Estado Mayor, destapó las investigaciones realizadas desde la Comandancia General de Ceuta a civiles vinculados con la política, el sindicalismo o el movimiento vecinal. Investigaciones que, al menos en el caso de los sindicatos, no se limitaban tan sólo a la obtención de la lista de miembros de las Ejecutivas y su filiación política, sino que incluso llevó en marzo del año 2002 a solicitar un informe sobre un artículo publicado en la Gaceta Sindical de Comisiones Obreras sobre movilizaciones para exigir la integración del Hospital Militar en la red sanitaria que entonces conformaba el Insalud. Es uno de los documentos recogidos en el expediente al que ha tenido acceso la investigación conjunta realizada por Ceuta al día y El Faro, que demuestra que desde el año 2002 se realizaron un total de 274 peticiones de información, primero por parte del Grupo Operativo de Seguridad del Ejército de Tierra (GOSET) y posteriormente por el Centro de Integración y Difusión de Inteligencia (CIDI). Una información que en algunos casos tenía como único destino la Comandancia General de Ceuta, pero que en otros era enviada al Centro de Inteligencia y Seguridad del Ejército de Tierra (CISET).