Segunda derrota consecutiva de los Lakers y la primera en el Staples Center ante Indiana (92-95), un equipo que había caído en sus 14 anteriores encuentros en Los Ángeles. Los 41 puntos de Kobe Bryant no bastaron, entre otras cosas porque los Lakers no jugaron bien y llegaron a acumular desventajas de hasta 14 puntos durante muchas fases del partido. Su esfuerzo final le valió para meter presión a los Pacers y llegaron a situarse a un punt, 92-93 a falta de 34 segundos. Pero Indiana no falló en su último ataque y en cambio Kobe, ya a la desesperada, falló un último triple que, de haber entrado, hubiera conducido a la prórroga.