maravillosos

Aquellos maravillosos años

A todo el mundo le cuesta ser consciente de que sus mejores tiempos pasan. Uno siempre cree que todavía es lo suficientemente joven y fuerte para afrontar cualquier reto. Es lógico. A pesar de que los años pasan, siempre queda en el interior de cada uno la remota esperanza de que eso no va con nosotros, pero llega un día en que la cruda realidad te deja claro que ya no eres el que eras y que las cosas han cambiado.

El Sevilla y sus maravillosos extremos

El Sevilla disfruta de un excedente de extremos. Son jóvenes, valientes y solidarios. Tres de ellos, Adriano, Navas y Perotti, destrozaron a un buen Stuttgart . El cuarto, Capel, calentó los músculos en la banda a la espera de unos minutos que finalmente no le llegaron. Tras meter el centro del primer gol de Squillaci, Adriano se retiró lesionado y su puesto lo ocupó Perotti, que metió el centro del segundo gol. Esta vez lo aprovechó Navas, presente en todas las salsas. También en un mal pase atrás que dejó solo a Schieber ante Varas en el ocaso del encuentro. Sin consecuencias. El joven portero sevillista estuvo acertado unas veces y en otras acompañado por la fortuna, además de por una defensa muy contundente. Tanto que el central Squillaci no se limitó a defender, sino que subió a rematar dos acciones a balón parado. Y dos las convirtió en gol. Sin llegar a dominar plenamente el partido, ni falta que le hacía, el cuadro de Manolo Jiménez demostró una vez más su poderío en las áreas. Lo que le ha permitido dominar el grupo con mano de hierro y acariciar la clasificación a falta de tres jornadas, justamente en su ecuador.

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