- martes 30 abril 2024
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La gran sorpresa se completó en los "playoffs" de la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (MLS) después que el Real Salt Lake venció por penaltis 5-4 al Fire de Chicago en la final de la Conferencia Este, tras completarse 120 minutos del tiempo reglamentario y la prórroga con empate a 0-0.
El Real Salt Lake, que disputará su primera final de la Copa MLS, tendrá como rival Galaxy de Los Ángeles, que la noche anterior ganó su sexto título de la Conferencia Oeste tras vencer por 2-0 en la prórroga al Dynamo de Houston. La derrota sorpresa del Fire, era el favorito y jugaba en su campo, dejó a la MLS sin la gran final soñada con el equipo de Chicago, donde jugó el delantero mexicano Cuauhtémoc Blanco, y el Galaxy, del inglés David Beckham, los dos jugadores franquicia más importantes que han llegado al fútbol estadounidense.
Ahora el gran rival de Beckham será el centrocampista argentino Javier Morales, que es sin discusión el gran cerebro en el juego del Real Salt Lake, el equipo que irónicamente entró como octavo y último a la competición de la fase final y aunque pertenece a la Conferencia Oeste tuvo que ir a la del Este. El gran duelo entre el Galaxy, que busca su tercer título de campeón de liga, primero desde la del 2005, y el Real Salt Lake, que disputa su primer partido de campeonato, será el próximo domingo, 22 de noviembre, en el Qwest Field, de Seattle. Donde dio la primera gran sorpresa al eliminar en las semifinales al Crew de Columbus, los actuales campeones de liga, que también habían llegado a la eliminatoria como claros favoritos a superarla y revalidar el título.
Pero no fue así porque el Real Salt Lake sorprendió con un gran fútbol de conjunto y después de evitar que el peligroso ataque del Fire, encabezado por Blanco, les hiciese daño en 120 minutos de juego, fueron los mejores en la tanda de penaltis. El Real Salt Lake estuvo a punto de marcar en los últimos segundos de los 90 minutos reglamentarios, pero el disparo del delantero Robbie Findley, goleador del equipo, desde el borde del área grande fue desviado en la línea por el defensa John Thorrington, que luego iba a fallar su tiro penal.
Mientras que el delantero del Fire, el veterano Brian McBride, pegó un cabezazo en el travesaño a los 27 minutos y el mediocampista guatemalteco Marco Pappa sacó un buen tiro a los 67 que fue despejado por el arquero del Real Salt Lake, Nick Rimando. Pero el papel de gran héroe estaba reservado para Ned Grabavoy, quien entró para substituir a Robbie Russell en el último minuto del alargue, anotó el penal ganador en la séptima ronda de remates, con un tiro que el arquero Jon Busch llegó a tocar con la punta de los dedos. El veterano arquero Rimando también puso de su parte en la victoria del Real Salt Lake al detener tres penales en la definición. El Fire ha perdido tres finales de conferencia seguidas. Este fue el primer partido en que la definición llegó a penales desde que D.C. United venció a Nueva Inglaterra en el 2004. La derrota podría haber sido la última actuación de Blanco con el Fire ya que, según anunció recientemente, se sumará pronto al Veracruz de la segunda división de su país. El Fire, sin embargo, no descarta que Blanco, de 36 años, ex jugador del Valladolid de España, vuelva a Chicago para la temporada del 2010, donde cumplió con un contrato por tres temporadas y más de tres millones de dólares anuales. De cualquier manera, Blanco volvió a ser el jugador con más clase y técnica del Fire y el que hizo el primer lanzamiento en la tanda de penaltis para conseguir marcar y darle la ventaja al equipo de Chicago. La derrota fue la segunda en penaltis para el Fire esta temporada, luego de perder el pasado 27 de junio la final de la SuperLiga ante el equipo mexicano de los Tigres de la UANL.
El Galaxy de Los Ángeles venció en tiempo de prórroga por 2-0 al Dynamo de Houston en la final de la Conferencia Oeste y disputará por sexta vez el título de campeón de la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (MLS), primero con la estrella inglesa, el centrocampista David Beckham. Los goles del partido fueron marcados al minuto 103 por mediación del defensa Gregg Berhalter, que remató desde dentro del área un rechace de la zaga del Dynamo a un saque directo de falta que hizo Beckham, que juega su tercera temporada con el Galaxy desde que dejó al Real Madrid. Seis minutos más tarde, a los 109, el goleador del Galaxy, el delantero Landon Donovan, ponía el definitivo 2-0 al marcar de penalti.
El Galaxy se enfrentará el próximo domingo, en el Qwest de Seattle, por el título de la Copa de la MLS, con el ganador del la final de la Conferencia Este, que el sábado disputan los equipos del Fire de Chicago y el Real Salt Lake. Un triunfo del Fire, que tiene la ventaja de campo, juega en su estadio del Toyota Park, podría proporcionar el gran duelo individual entre las figuras de Beckham y el delantero mexicano Cuauhtémoc Blanco, jugador franquicia del equipo de Chicago. Ambos jugadores son los que más dinero ganan también en la MLS con un salario de 6,5 millones de dólares anuales para Beckham y tres millones para Blanco, que cumple su contrato por tres temporadas con el Fire.
El partido pudo haberse definido en la segunda parte cuando el Dynamo dominó el centro del campo y creo las oportunidades más claras de conseguir gol, pero una vez más la gran figura del encuentro para el Galaxy iba a ser su arquero, el internacional jamaicano Donovan Ricketts, que salvó dos tiros de gol claros. El Galaxy, que consiguió el sexto título de la Conferencia Oeste, jugará su primera final de la MLS por primera vez desde el 2005, que fue cuando consiguió el segundo de campeón de liga. Mientras que el entrenador Bruce Arena, el ex seleccionador nacional, que ganó el premio del Mejor del Año en la temporada regular, vuelve también a una final de la MLS después de haber conseguido dos títulos (1996-997) cuando dirigió al D.C.United. El Dynamo de Houston, que ganaron dos títulos de liga consecutivos, disputaron la tercera final de la Conferencia Oeste en las últimas cuatro temporadas. Ambos equipos son propiedad de la misma compañía, la AEG, que el año pasado le vendió al ex boxeador y ahora promotor, Oscar De la Hoya, el 50 por ciento de las acciones del Dynamo, por 10 millones de dólares.
El astro inglés David Beckham comienza su tercera temporada como gran figura del Galaxy de Los Ángeles en plena crisis de confianza por parte de los propios compañeros y aficionados del equipo que piensan que no se toma en serio su presencia en la Liga Profesional de Estado Unidos (MLS).
Desde octubre del 2007, cuando el Galaxy se quedó sin opción a luchar por el título, la figura de Beckham, que había llegado en plan de gran estrella salvadora, en julio de ese mismo año, después de concluir la temporada triunfal con el Real Madrid, comenzó a desvanecerse y con ella todo el experimento montado por la MLS. No fue mejor la segunda temporada del 2008, que la jugó entera, pero sin que el astro inglés generase ningún tipo de "éxtasis" futbolístico con el Galaxy, sino todo lo contrario, los malos resultados generaron un crisis completa en la dirección que lo contrato para terminar todos fuera de sus cargos.
Se fue el entrenador holandés Ruud Gullit al que habían contratado por tres años y duró varios meses y también el gerente general del equipo, el ex jugador y figura de la selección de Estados Unidos, Alexis Lalas.
Ahí se acabó el experimento Beckham con el Galaxy y la MLS ya que hasta entonces lo único que había generado fue una mayor venta de entradas y de camisetas, pero sin generar con su fútbol ningún tipo de interés ni motivación dentro del equipo que por segunda temporada consecutiva con el astro inglés quedaba fuera da la fase final. Después de haber dejado en plena crisis al equipo del Galaxy, el rendimiento de Beckham también comenzó a generar el malestar dentro de la plantilla, que vieron como la figura a la que le pagaban 6,5 millones de dólares por temporada, no era capaz de ayudarles, cuando menos, estar en la fase final del campeonato.
El malestar era evidente, pero al irse de vacaciones nadie quiso hacer más comentarios sobre la situación que se vivía dentro de la plantilla del Galaxy. Hasta que surgió de nuevo el nombre de Beckham y esta vez para pedirle a los directivos del equipo que le dejasen ir a jugar a la liga italiana con el AC Milan, para no perder la forma física y llegar en mejores condiciones al inicio de la temporada del 2009 en la MLS.
Los directivos del Galaxy aceptaron la negociación con el Milán para que estuviese cedido hasta marzo del 2009, que era la fecha establecida para reincorporarse con el resto de la plantilla, que ahora iba a ser dirigida por Bruce Arena, el ex seleccionador de Estados Unidos, encargado de un nuevo proyecto dentro del equipo. Sin embargo, después de haber llegado al Milán y comenzar a jugar con éxito, Beckham planteó al Galaxy, con el consentimiento del Milán, de seguir hasta el final de temporada en la competición de la liga italiana y torneos internacionales. El Galaxy se negó y entonces comenzaron unas «duras» negociaciones, con serias advertencias por parte del equipo angelino, que al final consiguió el dinero que quería de compensación, y la garantía que Beckham volviese de nuevo para el mes de julio, como hizo cuando llegó por primera vez en el 2007.
Críticas a 'Becks'
Sin embargo, esta vez no habido ningún tipo de recibimiento especial, sino todo lo contrario ha pasado en el más completo anonimato, sólo roto con la presentación junto con su ex compañero del Real Madrid, Zinedine Zidane, de la promoción de un nuevo programa de construcción de campos de fútbol en Estados Unidos. Pero lo que si le espera al astros inglés es la publicación mañana, martes, de un libro titulado: "El experimento Beckham", en el que la gran figura del fútbol estadounidense y compañero de equipo, Landon Donovan, le critica abiertamente la "ética" profesional y "compromiso" que hasta ahora ha demostrado con el Galaxy. Quienes conocen a Donovan aseguran que es uno de los deportistas más íntegros que hay no sólo dentro del fútbol sino en todo el país, al que le gusta decir siempre la verdad tanto dentro como fuera del campo, con autocrítica para su propio rendimiento.
