oído
Carolina Pérez
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¿Y si VOX siempre le ha susurrado al oído a Vivas? Pérez sigue cobrando casi 5.000€ como su jefa de gabinete

El 7 de febrero de 2011, la hoy jefa de gabinete de Vivas, entonces consejera de Asuntos Sociales, realizó unas duras afirmaciones en el Senado de tinte racista, que sólo le costaron estar fuera del Gobierno 4 meses, entonces declaró en alusión a los musulmanes "estamos luchando con una cultura, donde ellos se mantienen en su sitio, en el de su cultura, y no están por la integración"

El oído perturba a Xabi Alonso

Arrastra molestias y mareos por la rotura de tímpano que sufrió en Mestalla. El centrocampista está descartado contra Osasuna y acudirá a un especialista

l oído le está jugando una mala pasada a Xabi Alonso en este inicio de 2014. El centrocampista se rompió el tímpano en Mestalla, ante el Valencia, en el último partido de 2013 y no termina de sentirse cómodo. Pese a que contra el PSG en Doha no tuvo excesivos problemas, la sensación de malestar sí se agudizó ante el Celta el lunes en el Santiago Bernabéu. El ruido provocó en el tolosarra desorientación y sensación de mareo y terminó siendo sustituido en el descanso.

El oído de Smiley

Se extiende un injusto reproche auditivo contra Smiley: le acusan de no escuchar, cuando no hace otra cosa, y no me refiero a «Gürtel». Tan inútil como reclamarle peras al olmo es pedirle a Smiley que atienda las reivindicaciones de quienes nos manifestamos el sábado en Madrid contra la siniestra reforma de la Ley del Aborto. Smiley decidió no hacer nada. Dirá usted: fue una decisión dañina. Seguramente, pero no derivó de la sordera ni de la estupidez. Tampoco de los principios: en otras circunstancias si la reacción social contra el aborto realmente se extiende de modo de hacer peligrar sus sillones, los jerarcas socialistas podrán cambiar la legislación abortista sin problema alguno, porque no son los principios los que los guían sino el poder. Y en las actuales circunstancias, ¿qué podía hacer Smiley ante una manifestación abiertamente antigubernamental, donde fue fotografiado Aznar, el hombre que más odia y que ante la incursión punitiva socialista en términos de impuestos y de paro representa todo lo que quiere hacernos olvidar? O nada o algo incluso peor: utilizar la manifestación para su maquiavélica estrategia de distraer de la crisis y avanzar por frentes contradictorios. En el aborto pretendió ser progresista para continuar con su exitosa campaña de deglución de Izquierda Unida. En los Presupuestos, sólo pocos días después, jugó a centrista, alejándose de la malvada izquierda y acercándose a grupos tan deplorables y oportunistas como PNV y CC. Tremendo, dirá usted, y es verdad, pero no es sordera. Smiley escuchó cómo la vapuleaban a Elena Salgado, y sólo al final Barbie tuvo el tino de dirigirse a él, que casi estaba pasando de largo. Salgado echó mano del ardid totalitario del feminismo y se precipitó aún más en el abismo del que no se regresa: el ridículo. Y allí estaba Smiley, escuchando, y una y otra vez esquivando el coste político que verdaderamente debería pagar por el paro y los impuestos. Listo sí. Malvado también. Pero sordo no.

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