Cómo meter toneladas de petróleo en una gruta salina
Las viejas cavernas de sal de Pinoso (Alicante), conocidas en el lenguaje científico como «diapiro», pueden convertirse en la primera reserva subterránea de petróleo de España. El proyecto inicial, que puede sufrir modificaciones durante su tramitación, tendrá una capacidad de almacenamiento de 1,5 millones de metros cúbicos, cantidad que supone aumentar en un 16 por ciento las reservas actuales de crudo que posee el país. Por hacer una comparación más gráfica, podría decirse que con el petróleo que cabe en las grutas de Pinoso se llenarían tres estadios de fútbol.
Sin embargo, esta cantidad no es más que una cifra inicial, que podría ir incrementándose a medida que madure el proyecto. De lo que no hay ninguna duda es que la ubicación es perfecta y que el «diapiro» de Pinoso tiene una serie de cavidades que pueden albergar mucha más cantidad de crudo de forma segura.
«De momento, únicamente se ha comprobado la viabilidad de dos de las grutas que conforman el «diapiro», pero no se descarta que puedan existir más cavidades adecuadas para ejecutar el proyecto. De ser así, España podría convertirse en uno de los países con mayores niveles de reservas de petróleo de Europa», explican los técnicos consultados.
El hecho de que un país disponga de una reserva estratégica de crudo de tal magnitud es de vital importancia. El petróleo y sus derivados siguen siendo la fuente más utilizada. Casi la mitad de la energía primaria empleada en España se obtuvo a partir del oro negro.
Mayor independencia
El inconveniente de esta dependencia no es sólo que se trata de una fuente de energía finita y contaminante, sino que además, prácticamente todo el crudo que se consume en España proviene hoy por hoy del exterior. Según fuentes del sector, en 1980 España era el undécimo puesto en Europa en productores de petróleo. En 2006 ocupaba el decimoséptimo puesto y sigue bajando. Mientras, países como Italia o Dinamarca han incrementado su producción en un 219 por ciento y en un 5.600 por ciento respectivamente.
Asimismo, desde el Ministerio de Industria afirman que la producción española del último año únicamente cubrió el 0,15 por ciento de las necesidades.
De ahí que conseguir un incremento de las reservas sea clave para España. Las grandes potencias mundiales, como Estados Unidos, ya se ocuparon de este asunto hace mucho tiempo. EE UU presume de tener las mayores reservas del mundo y cuando las hace públicas influyen en el precio del barril. Sin embargo, en España su almacenamiento está limitado, hasta la aparición del proyecto de Pinoso, a los depósitos que guardan las compañías petrolíferas junto a las refinerías, de capacidad limitada y expuestos a cualquier tipo de incidente, como vertidos al mar.
La empresa Invexta Recursos S.L. ha obtenido el permiso de investigación por parte del Ministerio de Industria que les otorga el derecho a estudiar la capacidad y las características del «diapiro» de Pinoso. Con el primer borrador ya se han trazado las bases del proyecto y en principio no ha obtenido el rechazo de las administraciones implicadas.
La clave: la sal
«El plan, explicado grosso modo, está pensado para recoger el crudo que se produce en algunas de la refinerías del Mediterráneo. Podría aprovecharse el oleoducto que Repsol YPF construirá entre Puertollano-Cartagena, aunque también podría llevarse a través de una nueva conducción a partir de cualquier otro punto de la costa», puntualizan los técnicos.
En cualquier caso, el mecanismo es sencillo. Únicamente hay que enviar el crudo a través de un oleoducto hasta Pinoso, una localidad que se encuentra en el interior de Alicante. Allí, el petróleo se deposita en las cavidades salinas mediante unas balsas de bombeo. Una vez almacenado, sólo hace falta inyectar salmuera para que el crudo suba de nuevo a la superficie.
La salmuera se inyectará desde las salinas de Torrevieja, a 47 kilómetros de distancia y, además, ya están conectadas. El hecho de que la densidad de la salmuera sea mucho mayor que la del crudo permite que el petróleo suba hasta la superficie, eso sí, deberá estar sometido a una gran presión.
«El almacenamiento subterráneo de hidrocarburos tiene muchas ventajas. En primer lugar aquellas que se derivan de la constitución geológica del “diapiro” salino, en este caso, de Pinoso. Se trata de una serie de grutas formadas por la extracción de sal, totalmente impermeables y, por tanto, muy seguras», detallan los especialistas. La sal tiene propiedades que la hacen ideal para el almacenamiento de gas o crudo. «Tiene una resistencia alta y fluye plásticamente rellenando fracturas allá donde podrían registrarse fugas. También posee valores de porosidad muy bajos, de modo que el crudo no podría traspasar la cavidad. Es más, es un material tan resistente que incluso resistirá sin problemas la presión que deberá ejercerse sobre el crudo para extraerlo cuando sea necesario», añaden las fuentes consultadas.
Además, el petróleo queda confinado en perfecto estado, no recibe calor, de tal modo que puede estar guardado durante años, condición que no se cumple en los otros tipos de reservas. Por estos mismos motivos no es necesario realizar ningún movimiento para mantener el crudo mientras está almacenado.
Todas estas características permiten que tanto el llenado de hidrocarburos como el vaciado pueda hacerse en un intervalo muy corto de tiempo, lo que facilita hacer acopio de reservas aprovechando la caída de los precios y evitar las variaciones motivadas por la demanda.
Actualmente, las compañías petrolíferas están obligadas a guardar reservas para garantizar el suministro durante 90 días. Según datos del Ministerio de Industria, el volumen de existencias mínimas de seguridad y reservas estratégicas de crudo a 31 de diciembre de 2007 asciende a siete millones, de lo cuales 2,6 millones de toneladas se refieren a las reservas estratégicas, de las que se encarga el organismo público Cores.
ANTECEDENTES
- Tecnología conocida
El almacenamiento subterráneo en «domos» salinos no es algo nuevo. Aunque en España nunca se ha utilizado esta técnica, existen precedentes en otra parte del mundo. El primer proyecto de almacenamiento subterráneo data de 1915. En este caso, lo que se quería almacenar era gas. Estaba ubicado en Canadá. Un año más tarde, en 1916, Deutche Erdoel AG, patentó en Alemania un procedimiento de disolución de las cavidades salinas para poder almacenar hidrocarburos aunque no es hasta los años 70 cuando se construye el primer almacén para gas natural en una caverna salina. Fue en EE UU.
- Gas natural
En la actualidad, existen en todo el mundo más de medio millar de instalaciones subterráneas para el almacenamiento de gas natural.
- Reserva en México
Uno de los ejemplos más conocidos de reservas subterráneas de petróleo en cavernas salinas se encuentra en México. En las cavernas de Tuzandepeti, entre los estados de Veracruz y Tabasco, existe un domo salino con capacidad para 833.000 barriles de pétroleo. Ya hay en marcha otros proyectos en la zona para aumentar la capacidad.
