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El dilema del preferentista: acordar con quien le timó o denunciarle

El Gobierno y Bankia hacen campaña por el arbitraje "rápido y gratuito", mientras las asociaciones de afectados apoyan la vía judicial al apreciar "delitos de libro". "Vendieron una moto a precio de coche y entregaron un patinete sin ruedas", señala un letrado

Los 300.000 pequeños inversionistas atrapados en España por el timo de las preferentes se debaten desde esta semana entre intentar un acuerdo con el banco que le vendió las preferentes o llevar a la entidad ante los tribunales. El Gobierno y los bancos, bailando al son que marca la Unión Europea, han emprendido una potente campaña para empujar a los afectados a aceptar un arbitraje, que venden como la vía más "rápida y además gratuita" para recuperar algo del dinero invertido.

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