González Pons destaca que Camps propuso el convenio con Urdangarin

El dirigente del PP declaró al juez Castro que él fue un mero "espectador" del acuerdo sobre los Juegos Europeos, pese a que fue uno de los firmantes. Destaca que se fió del control de legalidad del abogado de la Generalitat

 El vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, se definió ante el juez instructor del caso Nóos como un "espectador" en relación al convenio que él mismo rubricó en diciembre de 2005 con el Instituto Nóos para la celebración de unos Juegos Europeos en Valencia que resultaron inexistentes, aseverando así que, "como espectador, lo que vi es que [el expresidente de la Generalitat Valenciana] Francisco Camps lo propuso a las Cortes Valencianas".

Costa propuso a Corretja, pero pide dos años y la RFET le da uno

Albert Costa, coordinador de las selecciones, propuso ayer a Álex Corretja como nuevo capitán de Copa Davis a la comisión delegada de la Federación Española, pero no hubo acuerdo. José Luis Escañuela, el presidente, le ofrece un año de contrato (además hay elecciones federativas el próximo) y el barcelonés demanda dos para firmar. "Hay una situación excepcional en 2012, con varios jugadores que han dicho que no van a jugar la Davis, y Juegos Olímpicos. Pido trabajar con tranquilidad para poder desarrollar un proyecto", explicó ayer Corretja a este periódico, que pone en la balanza, además, que a estas alturas del año ya tiene compromisos profesionales y personales fijados a los que tendría que renunciar. Emilio Sánchez Vicario y Albert Costa iban renovando año a año.

EE UU propuso 85.000 dólares por cada recluso acogido en España

El Gobierno español aprovechó el cierre del penal de Guantánamo para mejorar sus relaciones con Estados Unidos y para ganarse la confianza del presidente Obama, pero no todos los ministros veían clara la operación. Ante las dilaciones para recibir a los cinco presos acusados de terrorismo que España se había comprometido a acoger, EE UU ofreció 85.000 dólares por cada uno de ellos, insistió en que sería importante para España colaborar en aras de lograr un mayor liderazgo dentro de la UE y puso a distintos países europeos a competir por los presos menos peligrosos, según consta en los telegramas emitidos por la embajada de Madrid durante los dos últimos años. Al final, tras un año de negociación, los estadounidenses se impacientaron. El embajador Alan D. Solomont acabó diciendo al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que iba a ser "claro y contundente" con su mensaje: Washington esperaba del Ejecutivo español que cumpliera su promesa.

La Agencia de Cooperación propuso pagar a los talibán para evitar ataques

El plan del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para Afganistán llega en un momento en que para muchos países está resultando muy costoso desarrollar su misión sobre el terreno. Tanto que incluso las tareas de reconstrucción y desarrollo de las diferentes poblaciones están prácticamente paralizadas en muchos puntos, pese a que es el efecto más directo (y beneficioso) sobre la población local.

España no es una excepción. El Equipo de Reconstrucción Provincial que trabaja en la provincia de Badghis lleva meses con una actividad humanitaria muy reducida por el incremento de los ataques y la inseguridad. El mismo problema padecen los miembros de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) que trabajan protegidos por las tropas españolas allí desplegadas.

El incremento de los hostigamientos y los ataques al contingente en Badghis y la creciente presencia de talibanes obliga a las tropas a reforzar su trabajo en este ámbito, en las patrullas, la vigilancia y en la protección de puntos clave, dejando en un segundo plano la protección de los equipos de la Aecid, que apenas han podido trabajar en sus proyectos.
El problema se acrecentó en septiembre, cuando las tropas sufrieron tres ataques en apenas tres días, en los que resultaron heridos dos militares. La alerta se elevó al máximo, más si cabe con la cercanía de los comicios presidenciales en Afganistán, celebrados el 20 de agosto sin un resultado definitivo. El 7 de octubre, el cabo Cristo Cabello era asesinado por una mina anticarro en la proximidades de Herat y otros cinco militares resultaban heridos de carácter leve.

Con este panorama y prácticamente paralizados en Qala-i-Now (capital de Badghis), los miembros de la Aecid en Afganistán tomaron la decisión de proponer al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, medidas para desbloquear la situación. Así, plantearon al responsable de la Diplomacia española la posibilidad de pactar y pagar a los talibán para que cesaran en sus hostigamientos y ataques al contingente en Badghis y poder continuar con la labor de reconstrucción y desarrollo, según confirmaron fuentes de la misión. El ministro se negó rotundamente a aceptar la propuesta y zanjó el asunto.


Italianos y canadienses

La proposición de la Agencia de Cooperación se produjo una semana después de que el cabo Cabello fuera asesinado en Herat y dos días antes de que el diario «The Times» publicara que las tropas italianas habían pagado a los talibán para evitar ser atacados. De la misma práctica acusaron medios canadienses a sus propias Fuerzas Armadas, pero tanto el Gobierno del país norteamericano como el italiano negaron las acusaciones. En noviembre, el mismo rotativo británico publicaba la recomendación que se hacía desde el mando a los soldados ingleses: sobornar a los talibán para «cambiar la dinámica de seguridad».



- APOYO AL EQUIPO DE RECONSTRUCCIÓN Y MÁS SEGURIDAD

El previsible refuerzo del contingente español en Afganistán que el martes dejó entrever el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se centrará en el apoyo al Equipo de Reconstrucción Provincial, a los miembros de la Aecid y para aportar más seguridad, según apuntaron fuentes militares. El incremento de este contingente busca desatascar las tareas de reconstrucción y desarrollo de la provincia de responsabilidad española y aportar mayor seguridad a una zona que en el último año se ha descontrolado.
Con el envío del refuerzo del contingente de 220 efectivos ya aprobado, los nuevos que se enviarán y el redespliegue de una compañía de reacción rápida desde Herat a Qala-i-Now, la base española en esta localidad acogerá un batallón de maniobra de más entidad que el desplegado para las elecciones presidenciales afganas, formado por 450 militares.
Por otro lado, según fuentes militares, parte del envío de 30.000 soldados norteamericanos acabará en Herat, donde actualmente se ubica el grueso de las tropas españolas para reforzar las tareas de lucha antitalibán en la zona.

 

Pujol desvela que Enrique Múgica le propuso en 1980 sustituir a Suárez por un militar

El ex presidente catalán Jordi Pujol desvela en su segundo volumen de memorias que, en 1980, el dirigente socialista Enrique Múgica le propuso, en la "obsesión" del PSOE por hacer caer a Adolfo Suárez, sustituir al entonces presidente del Gobierno por un militar de "mentalidad democrática".
       Después de publicar en 2007 el primer volumen de sus memorias, la próxima semana Pujol presentará la segunda y penúltima parte de sus recuerdos, "Memòries II. Temps de construir (1980-1993)" (Editorial Proa), elaborado con la ayuda del periodista Manel Cuyàs, que ha dedicado al libro más de 1.400 horas de trabajo en estos dos años.
       Si la primera parte comprendía los primeros 50 años de la vida de Pujol, desde su infancia hasta su proclamación como presidente, este segundo volumen aborda sus primeros 15 años en el Govern, con referencias al 23-F, al caso Banca Catalana, a los Juegos Olímpicos de 1992, a su obra de gobierno y a sus relaciones en CiU.
       En la segunda parte de sus memorias, a las que ha tenido acceso Efe, el ex presidente catalán dedica un capítulo al intento de golpe de Estado del 23-F y a los meses previos.
       En un momento de grave crisis política por la debilidad de la UCD, Pujol ha revelado que recibió a finales en verano de 1980, en su casa de Premià de Dalt (Barcelona), a Enrique Múgica, entonces destacado dirigente socialista, que posteriormente llegó a ser ministro y hoy es el Defensor del Pueblo.
       Según Pujol, la visita tenía por objeto "preguntarme cómo veríamos que se forzase la dimisión del presidente del Gobierno y su sustitución por un militar de mentalidad democrática".
       "Le manifesté mi desacuerdo total. Esta visita, con otros hechos, habla de una prisa muy grande de los socialistas por llegar al poder. En definitiva, muy poco responsable", concluye Pujol, que manifiesta, a modo de "reconocimiento", su "buena opinión" de Suárez.
       Otros de los dirigentes del momento con los que se entrevistó en 1980, concretamente en diciembre, fue el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, que acompañado del gobernador general, Josep Melià, comunicó a Pujol que el Gobierno aplicaría una política autonómica restrictiva porque: "hay peligro de que el proceso se nos desborde", según le dijo.
       "Cuando parecía que nos hablaba de una decisión del Gobierno del cual formaba parte, añadió: 'Para llevar a cabo esta política que acabo de exponer sólo hay un obstáculo, que es el presidente Suárez. Pero esto se resolverá", relata Pujol.
       El ex presidente catalán reflexiona en este punto que si bien rechazó de plano la oferta del socialista Múgica, "al ministro Martín Villa le podía decir bien poca cosa. Yo podía defender a Suárez de sus enemigos pero no de su amigos".
       Pujol fue informado de la entrada de Antonio Tejero en el Congreso por su secretaria, Carme Alcoriza, y Lluís Prenafeta, que estaban escuchando la radio.
       Recuerda que habló con el capitán general de Cataluña, Pascual Galmés, quien le confirmó: "algunos militares me dicen que para superar la situación podría salir la propuesta de formar un Gobierno de unidad presido por un militar de tendencia democrática". "Recordé mi conversación con Múgica", apunta.
       Al final, Pujol se decidió a llamar al Rey y es en este punto en el que explica la conocida conversación que mantuvieron entonces, su versión del "Jordi, tranquil":
       - JP: "Majestad, ¿qué ocurre?"
       - Rey: "Estoy hablando con los militares. No ocurrirá nada. Tranquilidad".
       En cuanto a sus relaciones en CiU y, en concreto, con Miquel Roca, el ex presidente catalán revela que a principios de los años noventa tenía claro que su relevo debía ser Roca y que él no podía prolongar su presidencia más allá del año 2000, pero "los calendarios no coincidieron" y finalmente no fue posible.
       "Roca era el secretario general del partido (CDC), además del portavoz del grupo de CiU en Madrid. Era nuestro político más brillante y eficaz, y muchos le veían como mi sucesor. Yo también le consideraba mi continuador natural", asegura Pujol.
       Según Pujol, a inicios de los años noventa "no había más número dos que Roca ni más futuro jefe de CDC y, por lo tanto, candidato a la presidencia de la Generalitat que él", pero "lo que pasó es que no coincidieron los calendarios".
       En 1992, recuerda Pujol, "se veía venir" que en 1993 el PSOE perdería la mayoría absoluta en el Congreso y se abriría una etapa con "nuevas perspectivas" para CiU: "Por lo tanto, no me quería comprometer sobre si al cabo de cuatro años, en 1996, sería candidato o no".
       "Tenía muy claro que no tenía que prolongar mi presidencia más allá del 2000, pero, si acaso, esta intención la debería anunciar más adelante, alrededor de 1992, no antes. Cuando se anticipa mucho un anuncio así, inmediatamente se pierde peso y fuerza política. Es lo que en los Estados Unidos llaman el efecto 'lame duck', 'el pato cojo'. Pero comprendo que, situados en 1992, la espera era larga", comenta.
       Ya en 1995, Roca fracasó en su intento de alcanzar la alcaldía de Barcelona y en diciembre de ese año renunció a la secretaría general de CDC pero aun así para Pujol "seguía siendo el indiscutible número dos del partido a todos los efectos. Era también, eventualmente, el candidato a la presidencia de la Generalitat. Pero él ya había empezado a reorientar el futuro, primero político, como la candidatura municipal, después profesional, como abogado".

La patronal rechaza la rebaja de las cotizaciones que propuso el Gobierno

Las negociaciones para llegar a un acuerdo sobre la reforma laboral están en punto muerto, después de que la CEOE haya rechazado la propuesta de rebaja de las cotizaciones que formuló hace dos días el Gobierno. Sin embargo, los empresarios sí que están presentes en la cena convocada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para unir a las distintas partes implicadas en la negociación. Está previsto que se reúnan sobre una misma mesa en el Palacio de la Moncloa los representantes de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT (Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez). Por la ...
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