sabio

La segunda vida de un sabio cosmopolita

¿Quién fue Domingo Pérez Minik? Crítico, escritor e intelectual canario, fue uno de esos personajes que la posguerra española apartó por su condición de republicano, de socialista liberal; incluso fue represaliado y encarcelado. "Fue el cronista y uno de los protagonistas de la edad de oro de la cultura canaria, en los años treinta del siglo XX", afirma Miguel G. Morales, de 32 años y director del documental Una luz en la isla. Domingo Pérez Minik, que se presenta hoy miércoles en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Un sabio del campo

Mostró siempre su preocupación ante el progreso por la aniquilación de la naturaleza que conlleva.  Leer

Una exposición reúne las Cantigas de Alfonso X El Sabio

Una exposición con más de 250 piezas de arte medieval reúne en Murcia hasta enero de 2010 el universo científico, legislativo, político, cultural y de ocio del siglo XIII durante la época del reinado de Alfonso X El Sabio, con sus cuatro «Cantigas de Santa María» juntas por primera vez para el público. Procedentes de instituciones de España, Francia, Reino Unido e Italia, están casi todas las obras que salieron del scriptorium alfonsí, salvo tres de ellas, que no han podido ser prestadas por el Vaticano y Patrimonio Nacional por razones de conservación, ha explicado el comisario de la mues...

Sabio e insobornable

uando nació LA RAZÓN, va para once años, descubrí a Juan Posada como crítico taurino. Siempre me ha interesado la crítica, limpia y sucia, de la Fiesta. Desde la «Importancia de llamarse Antonio Ordóñez» del maestro Corrochano, a las crónicas costumbristas de Antonio Díaz-Cañabate, a los duros, subjetivos y bien escritos artículos de Alfonso Navalón, a las honradísimas y parciales –le podía la amistad con los Bienvenida–, de Vicente Zabala, a las estupendas de Vicentón, y así, para llegar a Juanito Posada y Patricia Navarro, que han convertido la sección de «Toros» de LA RAZÓN en indispensable para saber de qué va ese mundo tan difícil, áspero y caprichoso de lo taurino.

Y Juan Posada, desde el principio, me pareció un crítico sabio, honesto, conocedor de la poética de la Fiesta, insobornable y magnífico escritor. Apenas lo conocía. Y mucho me temo que me voy a quedar en el «apenas».

Me llama Patricia Navarro, su mejor disculpa, para decirme que se muere. Que se está muriendo, que no hay vuelta atrás, que su tramo final se ha decidido. Y siento en el alma su camino irremediable. Deja la sección de «Toros» en buenísimas y honradísimas manos.

Ha sido un maestro. Y un hombre bueno y decente, eso tan difícil. Las páginas taurinas de LA RAZÓN seguirán vivas sin él, gracias a él. Que sea bien recibido en los azules infinitos.

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