temporizadores

El zulo de ETA en Alicante tiene amonal, amosal, detonadores y temporizadores

El zulo hallado hoy en un paraje de la localidad alicantina de Confrides (Alicante) contenía un bidón con material explosivo, en concreto amonal y amosal, así como temporizadores y detonadores, según fuentes cercanas a la investigación. Hasta el momento no ha trascendido el peso del material explosivo ni el número de temporizadores y detonadores hallados, así como el estado de conservación de este material. El zulo ha sido encontrado por un senderista en las inmediaciones de un paraje conocido como Rincón del Olvido, en la zona de La Serrella, a unos 800 metros de altitud. Tras alerta...

Los temporizadores dirán si los etarras siguen o no en la isla

Los temporizadores que han activado los artefactos explosivos colocados por ETA hoy en Palma de Mallorca darán respuesta a la pregunta que se hacen los expertos en la lucha antiterrorista desde el pasado 30 de julio, cuando los terroristas asesinaron a dos guardias civiles: ¿permanecen en la isla?.
    Es una pregunta que se hacen sin cesar los servicios de información de las fuerzas de seguridad desde esa fecha y más aún, si cabe, desde esta mañana, después de verificar una llamada anónima en nombre de ETA a Radio-Taxi Guipúzcoa, que, según han informado a Efe fuentes de la investigación, se ha realizado desde Francia. En esa llamada se avisaba de la colocación de varios artefactos explosivos en restaurantes y bares de Palma.
    Bombas de escasa potencia, cuyos restos, si los hay, serán examinados con lupa por los investigadores, ya que darán con la clave de dónde pueden estar los etarras que las han colocado y si son los mismos que los que acabaron con la vida de los dos agentes.
    Si hay alguna "bomba sana", "si se recupera alguno de los temporizadores que han activado estas bombas", según han señalado a Efe expertos en la lucha antiterrorista, se podrá determinar si los etarras las colocaron antes de matar a los guardias civiles, es decir, las programaron para que estallaran en "x" días y luego abandonaron la isla, o por el contrario, si están todavía allí.
    Será también decisivo para contestar a la pregunta el lugar elegido por los terroristas para colocar estos nuevos artefactos, porque si estaban "bien ocultos, si los habían colocado de forma que fuera prácticamente imposible apreciarlos" su intención habría sido la de que les diera tiempo para escapar, con lo que la hipótesis más probable sería la de que ya estarían fuera.
    Si de lo contrario las hubieran situado "de forma chapucera", en algún lugar visible para los especialistas, la balanza se inclinaría por situar a los etarras todavía en la zona.
    Pero las fuerzas de seguridad de momento no cierran ninguna hipótesis y tienen a todos los especialistas intentando encajar este puzzle para despejar la incógnita sobre si los etarras, autores del asesinato de Carlos Sáenz de Tejada y de Diego Salva, permanecen ocultos en la isla o ya han huido.
    Hasta ahora, hay seis presuntos miembros de ETA eventualmente relacionados con la última ofensiva de la banda terrorista: dos mujeres, Itziar Moreno Martínez e Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, y cuatro hombres, Alberto Machain Beraza, Oroitz Gurruchaga Gogorza, Joanes Larretxea Mendiola e Iván Saez de Jáuregui Ortigosa, todos ellos muy jóvenes.
    El Ministerio del Interior distribuyó recientemente las fotografías de estos presuntos etarras. El único que aparecía anteriormente entre los más buscados por la fuerzas de seguridad españolas era Oroitz Gurruchaga, de 28 años.
    Sus fotos siguen siendo difundidas, y más de uno hoy las vuelve a buscar en las ediciones electrónicas de los medios de comunicación para comprobar si se ha podido cruzar en algún momento con uno de los asesinos que adosaron al coche-patrulla de Sáenz de Tejada y Diego Salva una bomba-lapa.
    Una bomba que se activó con el movimiento del vehículo, una vez que se cumplió la hora fijada en un temporizador.
    Las investigaciones apuntan a que los etarras colocaron la bomba-lapa la noche anterior a su explosión, cuando los guardias civiles de Burgos intentaban todavía recuperarse de otro atentado.
    ETA se ha hecho hoy responsable de la explosión de la furgoneta bomba contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos, ocurrida el pasado 29 de julio, que causó 65 heridos leves.
    En un comunicado publicado esta madrugada por el diario Gara, ETA desvela que la furgoneta «estuvo aparcada durante medio día y cargada de explosivos" en el aparcamiento del acuartelamiento de la Benermérita.
    También, en el mismo comunicado, la organización terrorista ha asumido otros atentados perpetrados en los meses de junio y julio y que han costado la vida, además de a los dos guardias civiles, al inspector de la Policía Nacional Eduardo Puelles.

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