La Mission Road tiene un poco de película apocalíptica de Hollywood. Entre negocios dedicados al desguace de coches, por una extraña combinación de piezas automovilísticas y restos humanos, se llega hasta las instalaciones donde opera el forense del Condado de Los Ángeles. A la puerta, entre palmeras, un cartelón exhibe con orgullo el lema en gerundio de la institución: «Ley y ciencia sirviendo a la comunidad».
A la entrada del edificio, una especie de palacete estilo colonial, se pueden encontrar tanto familiares desconsolados esperando tristes noticias como una de las tiendas más peculiares...