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El virrey del mar de plástico

MADRID- ¿Merecía la pena? Casi veinte años como alcalde de El Ejido son toda una vida, pero para Juan Enciso, ahora imputado en la «operación Poniente», sí merecía la pena. Llegó al poder de la mano del PP y más tarde, tras diversos tiras y aflojas dentro de la formación, logró mantenerse en ese cargo gracias al Partido de Almería (PAL), que él mismo fundó. Dos décadas de ostentación que le convirtieron en el virrey del mar de plástico.
Y es que, lejos de lo que pueda parecer, El Ejido se ha transformado en una de las localidades más ricas de España. Sus cerca de 30.000 hectáreas de invernaderos y una facturación de 3.000 millones de euros al año así lo demuestran. No es de extrañar, pues, que a Enciso le gustara controlar esta comarca del poniente en Almería, cuya vista aérea apenas deja entrever pequeñas islas de tierra dentro del mar de plásticos.
En sólo una década, esta localidad ha duplicado su número de habitantes hasta llegar a los 80.987 censados en la actualidad, aunque, es de suponer, que esta cifra aumenta si contamos a todos aquellos que viven en El Ejido sin estar empadronados. Sea como fuere, su renta per cápita es una de las más altas de nuestro país y de Europa. No en vano, tienen la mayor concentración de bancos por metro cuadrado, uno por cada mil habitantes. O lo que es lo mismo, 81 sucursales.
Pero no sólo españolas. También hay muchos bancos extranjeros, ya que el 65% de su producción se dedica a la exportación. Entre sus destinos más fieles están Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda, Bélgica… aunque ahora se han sumado otros como Estados Unidos, Polonia, Canadá o Rusia. Así, pese a la alta tasa de paro que existe en Andalucía, puede decirse que aún quedan reductos como El Ejido donde se siguen creando puestos de trabajo. Un alto nivel adquisitivo que permite que siete de cada diez ejidenses tenga vehículo, en su mayoría Mercedes Benz de alta gama. Y una opulencia que se refleja ya en el turismo y en su nuevo complejo hotelero.
Tal es su importancia, que la propia Junta de Andalucía concedió una subvención de 4,5 millones de euros para reclasificar el antiguo hotel Almerimar en uno de cinco estrellas que ahora incluye un campo de golf, spa, auditorio, piscinas, salas de masaje… y un selecto grupo de clientes, impensable hace diez años.
Una crisis diferente
Quizá por todo lo anterior, resultase tan difícil desprenderse del poder. Y quizá, por esto último, El Ejido deba enfrentarse a una crisis mayor que la ocurrida en el año 2000, cuando la población local se enfrentó a los inmigrantes que trabajaban en los invernaderos de la zona. Ahora deben afrontar la imputación de sus gobernantes en un caso de corrupción cuyas ramificaciones aún se desconocen.
 

Prisión sin fianza para galán
Juan Antonio Galán fue el último en declarar y el último en escuchar cómo la jueza dictaba contra él auto de prisión incondicional. Galán, uno de los cabecillas de la trama de El Ejido, se convierte de esta forma en el octavo de los 20 detenidos que no podrán eludir la cárcel.
A Galán se le imputa la comisión de delitos de cohecho, malversación, blanqueo y falsedad documental. Mientras, IU solicitó ayer la dimisión de tres concejales del PAL: María del Carmen Fernández (Hacienda), Adela Cantón (Urbanismo) e Ignacio Berenguel (Obras Públicas) por «firmar los papeles corruptos del alcalde, Juan Enciso». Uno de ellos, Berenguel, tal y como adelantó LA RAZÓN, es consejero de la empresa Elsur, la pieza clave en la trama de las subcontratas de familiares y amigos.
 

La Diputación, en el aire
 Todo comenzó en 2005. Juan Enciso, entonces alcalde de El Ejido por el PP, sostuvo una lucha de poder con el regidor popular de Roquetas de Mar, Gabriel Amat. Ambos controlaban dos de las localidades con más peso dentro de la Diputación Provincial de Almería y cada uno tenía al candidato perfecto para la presidencia. Una agria polémica que terminó con la salida de Enciso del partido. Creó por su cuenta el PAL, que arrasó en las elecciones de 2007 y le permitió seguir ocupando la Alcaldía de El Ejido.
 Gracias al apoyo del PSOE pudo colocar en la Presidencia de la Diputación a José Añez. Los populares habían perdido la batalla y nada podían hacer. Tras los comicios de 2007, los socialistas lograron 12 escaños, los mismos que el PP, pero, nuevamente, Enciso daba el golpe de gracia a la formación de Javier Arenas, que tanto le alabó en su día. Los dos diputados del PAL daban el bastón de mando al PSOE y la Presidencia a Juan Carlos Usero.
 La situación actual podría variar el rumbo político de la Diputación. Los ceses de Añez y Ángel Díaz, ambos del PAL, han dejado al PSOE con 12 diputados, los mismos que el PP. Aquí entraría en juego el apoyo del diputado de IULV-CA, Juan Romero. Aun así, ambos se quedarían a un escaño de la mayoría absoluta.
 Desde el PP creen que, pese a romperse el pacto PSOE-PAL en la Diputación, Añez y Díaz podrían seguir respaldando las decisiones de los socialistas. Y es que ninguno, de momento, ha dejado de ser diputado.
 

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