El Almería pone fin a la fiesta del Ceuta


El Almería pone fin a la fiesta del Ceuta
-Un gol en propia puerta sirve para derrotar al Ceuta

Creer que todos los días pueden ser fiesta no sólo es tener mucha fe, además es un tanto ilusorio. Más aún si eres un equipo de la segunda división B, en dónde hay algún que otro campo de césped artificial, los árbitros tienden a equivocarse más que acertar y los partidos acostumbran a ser broncos e imponer lo físico por encima de lo técnico. Simplemente el ‘tiqui-taca’ no es de esta división.

Y es ilusorio incluso si eres el Ceuta y tienes el equipo más compensado del grupo IV, como dijo el entrenador del Murcia Iñaki Alonso, atesoras calidad en cada línea del campo, has jugado en el Camp Nou contra el mejor equipo del mundo y has hecho un papel digno.

El Almería puso fin a la fiesta del Ceuta, a las tres victorias seguidas (Murcia, Alcalá, Jaén) entre mezcladas con la eliminatoria de Copa frente al Barça de Guardiola y Messi. El Almería con muy poquito y un poco de suerte convirtió el domingo en lunes.

Y fue así, de golpe. Amaneció el domingo en Almería, día soleado, aburrido, como un domingo cualquiera, en la previa, la afición y los comentaristas seguían comentando lo bien que se lo estaban pasando en esta fiesta: que si el gol de Guzmán en el Camp Nou fue el mejor del partido, que si De Deus es valiente, que si el equipo ha jugado como los ángeles contra el Murcia… Y de pronto, tras un buen rato de aburrimiento, ¡zas!: Gol del Almería.

La fiesta se disolvió como cuando llega la policía: sin avisar, y en realidad, cuando todo el mundo tiene ya el cuerpo madurito. Tras una primera parte en dónde lo único que pasó fue que los dos equipos se cansaron.

El Almería hizo del Ceuta y salió más despierto de la caseta con media marcha más. Y en una falta en tres cuartos de cancha colgó el balón al área, Cañas trató de echarla a corner, pero le salió un cabezazo imparable. Lástima que el portero que no la alcanzó fuera el suyo, Nauzet. Gol en propia puerta. Almería 1, Ceuta 0.

A partir de ahí, nada cambio. El Ceuta intentó que la fiesta no decayera, cambió algunos músicos, intentó otras cosas, pero quizás el equipo llevaba demasiadas copas encima y la cabeza no estaba para ponerse a trabajar como exige la segunda B.

Es duro pasar del Camp Nou al Juan Rojas de Almería sin pagar cierta factura. El Almería pudo matar el partido en alguna contra, pero falló. El Ceuta lo intentó como pudo, colgó balones, al área y puso intensidad en los diez últimos minutos, pero no apareció el gol, la suerte o lo que sea. La tuvo Javi Navarro en el 90 y Berrocal en el 93, pero nada.

El partido fue malo. El Almería no fue superior, a pesar de que ganó. Tuvo suerte el Almería y un detalle, un despeje desafortunado, decidió el partido. El empate quizás habría sido más justo.

La zaga del Ceuta estuvo mal, despistada. El centro del campo sin ideas y la delantera con la pólvora mojada. Un mal partido, una mala resaca, un domingo que se hizo lunes. Una derrota que no entraba en los planes de nadie, pero de la que hay que aprender. El equipo tiene nivel para recuperarse y ofrecer la mejor de sus caras en los domingos sucesivos y mantenerse con regularidad jugando bien y ganando. La regularidad es lo que ha faltado hasta ahora. Equipo, ganas y juego hay para subir. Fin de fiesta.

Lea también:

De Deus: “En fútbol no hay justicia, hay goles. Quien marca goles gana”

El Almería pone fin a la fiesta del Ceuta


Entrando en la página solicitada Saltar publicidad