Como dicta la constancia de la tradición la San Silvestre de Ceuta ha vuelto a ser una fiesta, antesala de la que se avecina con el estallido de buenos deseos y propósitos a partir de la última campanada. Ahí estaban los habituales corredores tuneado de Papá Noel, quién había disfrazado al perro de ovejita y llevaba un muñeco simulando un niño en el regazo de su atuendo de rey mago, quién corría en pijama navideño o el inefable Dudú, siempre con el mejor de los humores, disfrazado de Santa Claus (ya quisiera el gordinflón), descalzo, y deseando “felices fiestas para todo el mundo”, cartel que remataba con su firma, Dudú (como si hiciera falta aclaratorio, la humildad es así).
Y junto a los festivaleros los que se lo tomaron algo más en serio y fueron a ventilar tan rápido como permitieran las Pieras la carrera. Ahí el más veloz fue Mouhsin Erifi, tan sólo tardó 11 minutos y 19 segundos en completar el recorrido. A 3 segundos escasos llegó Hassan Amar y a casi medio minuto Vilal Ahmed.
Y entre las féminas, se impuso Paula Alguacil, un segundo por debajo de los 15 minutos para completar la San Silvestre. Tras ella a 21 segundos Inmaculada Calle y 9 segundos después (15.29) Sukaina Amar. Ya todos calzados de gala para despedir 2023.
