Javier Nogueroles acaba de poner fin de manera oficial a su breve pero fructífera etapa en suelo caballa. El que fuera jefe superior de la Policía Nacional en Ceuta desde hace apenas año y medio ha dicho 'adiós' este 21 de junio de 2023 a la ciudad por la que tanto se ha desvivido, esa misma que ahora llora su marcha al tiempo que se alegra por su fulgurante ascenso en el escalafón policial.

Dado que la ocasión lo merecía (no te nombran jefe de División de Formación y Perfeccionamiento todos los días), el Cuerpo ha organizado en torno a Nogueroles un acto de homenaje y despedida únicamente a la altura de quien deja huella.

El lugar elegido para dar rienda suelta a la emoción y al afecto ha sido el céntrico Hotel Puerta de África. Allí, en la tercera planta del antiguo Tryp, el CNP ha llevado a cabo un populoso desayuno en el que han tomado parte tanto autoridades civiles como militares.

Claro está, los obsequios se han ido sucediendo uno tras otro. El nuevo jefe superior del Cuerpo, Pedro Ferrer -aún en funciones-, ha entregado a su ya antecesor en el cargo un reloj inteligente para que este, dada su "gran afición al deporte", pueda monitorizar su rendimiento deportivo de ahora en adelante. "No es una despedida, pero sí un momento de mucha emoción", arrancaba Ferrer. "Nos tienes aquí para lo que necesites", concluía.

El segundo de los actores en agasajar a Nogueroles ha sido el delegado del Gobierno, que ha vertebrado su escueto discurso sobre el "agradecimiento". "Desde que tomaste posesión, has demostrado tu profesionalidad, tu dedicación y tu compromiso con la seguridad y con todos los ciudadanos de Ceuta", exponía Rafael García, que ha llevado sus muestras de gratitud al terreno personal: "Has estado siempre, aun cuando ha habido momentos complicados".

Para Juan Vivas, el desayuno ha sido "agridulce" (y no precisamente por lo ostentoso del banquete). El presidente, que confesaba haber "indagado" sobre la figura de Nogueroles al poco de hacerse público su nombramiento como máximo responsable del CNP en nuestra urbe, pudo comprobar, entonces, que "se trataba de un profesional con una trayectoria brillantísima". El reelegido jefe del Ejecutivo local llegó, incluso, a "preguntar entre algunos conocidos cómo era Javier". "Me dijeron que venía a Ceuta un magnífico servidor público", incidía.

Siete minutos y varios halagos después, Vivas entregaba a "el mejor" un vistoso Escudo de la Ciudad "en nombre de todos los ceutíes". "En él, trascienden el cariño, la amistad, el respeto y la admiración que te has ganado con tu buen hacer y con tu noble comportamiento", zanjaba el alcalde.

Finalizadas las alabanzas pertinentes, el propio Nogueroles se hacía con la palabra para revelar no tener "sensación de despedida". "No siento que me vaya de aquí", explicaba, a lo que añadía: "Soy de Cádiz y, desde bien pequeño, mis padres me inculcaron el cariño hacia esta ciudad".

Para el funcionario, dirigir la Jefatura Superior del Cuerpo ha sido "un verdadero honor". "A partir de aquí -decía-, lo único que puedo hacer es dar las gracias", gracias por el trato dispensado tanto por la Administración local como por parte del organismo que, hasta hace escasos ocho meses, encabezaba Salvadora Mateos, de quien Nogueroles ha tenido a bien acordarse: "Me brindó un trato exquisito; creo que es justo reconocerlo".

Aunque de manera casi colateral, el presidente de la Agrupación Deportiva Ceuta, Luhay Hamido, ha acaparado parte del discurso de Nogueroles. "Te he dejado en Primera RFEF", manifestaba. "Dices que doy suerte al equipo... Cuando viajéis, llamadme para ir a ver algún partido, a ver si conseguimos el ascenso a Segunda", bromeaba.

Así, con pesadumbre pero "sin llorar", habiendo cosechado "un aprendizaje continuo" y, sobre todo, con la tranquilidad de haber dado lo mejor de sí, el flamante jefe de División de Formación y Perfeccionamiento de la Policía Nacional deja Ceuta para embarcarse en una nueva aventura policial. Desde aquí, le deseamos la mayor de las suertes en esta y en todas las etapas profesionales venideras.