El edificio es propiedad de la Ciudad desde 1986. Desde 2003 se abandonan las tareas de mantenimiento, dos años después de que los servicios técnicos solicitasen una rehabilitación integral. Un estudio patológico de 2002 indica que hay que realizar reformas en la solería, pero que el estado de los muros de carga es razonablemente bueno. En 2005 se pide de nuevo la rehabilitación, sin que los técnicos que pedían estos arreglos obtuviesen respuesta por parte de los responsables políticos. El 21 de septiembre de 2007 Emvicesa solicita la declaración de ruina, y apenas un mes después pide la cesión del inmueble.
Para el PSPC queda clara la negligencias del propietario, la Ciudad Autónoma, y asegura que si finalmente se derriba se estará produciendo una especulación por parte de Emvicesa y su presidente, Francisco Márquez. Un metodo de financiación que según los localistas concuerda con el estilo del GIL, partido del que por cierto Márquez fue alto cargo en Ceuta. El Gobierno local "no sabe qué hacer para buscar financiación", según el PSPC, que recomienda que en lugar de especular con solares públicos de disminuy ala lista de asesores y altos cargos que "no sirven más que para pagar favores".
Los localistas piden la rehabilitación del edificio, ya que a esta paso no se podrá cumplir la promesa de remodelar el casco histórico, ya que no quedará nada en pie con más de tres años de antigüedad.