Lo que durante muchas jornadas apuntó a partido más que caliente acabó siendo un entretenimiento banal sin casi nada en juego. Todo el mundo recordaba las palabras del entrenador del San Roque de Lepe en la sala de prensa del Murube después de un choque que acabó de forma casi violenta, con varios expulsados de los banquillos y un ambiente infernal en el túnel de vestuarios que requirió la intervención de la Policía Nacional para escribir varias denuncias cruzadas. El joven Sergio Lobera deseó entonces que ambos equipos llegaran a esta última jornada jugándose la liguilla entre ambos, seguro de que entonces los que se meterían eran ellos.

19 jornadas después toda la afición del Ceuta, que entendió entonces aquella declaración como una amenaza, compartirían el deseo.

Con casi nada en juego, la tensión fue mínima, el partido plácido y nada del otro mundo. El San Roque de Lepe saltó al campo sin opción alguna de meterse en la liguilla de ascenso, con el quinto puesto garantizado y el ticket para jugar la Copa del Rey de la próxima temporada en el bolsillo.

La Asociación Deportiva Ceuta saltó al campo en cambio con el rabillo del ojo mirando al séptimo clasificado para ver lo que hacía el Roquetas. Ganó el equipo almeriense al Jaén y puso cara la plaza.

Tras una primera parte que no fue mala, quizás por la relajación de ambos conjuntos, pero algo falta de picante, saltaron ambos conjuntos con más ganas y más agresividad.

Y eso se notó nada más comenzar. En el minuto ocho, el colegiado le tuvo que anular un gol al San Roque de Lepe por claro, pero ajustado fuera de juego. Durante el siguiente minuto y medio, el equipo lepero acosó la portería de Fock y le faltó poco para encontrar el premio, con un casi gol, que llegó a cantar la grada, pero que no fue, en un remate de cabeza.

Seis minutos después, fruto de esa renovada agresividad, el Ceuta encontró el premio. Corria el minuto 15 y Dani Castellanos encontró el camino a la red, después de un gran disparo de Ormazábal que fue respondido con una gran parada del portero del San Roque, pero el balón le volvió a caer en los pies y encontró en el punto de penalti a Castellanos que no falló y adelantó al Ceuta.

Dos minutos después, en el 17, la tuvo Javi Navarro, pero controló mal y no pudo enganchar el remate. Tuvo que esperar doce minutos, hasta el 29, para marcar su tanto, el duodécimo de una gran temporada para el delantero. Remató un balón que le dejaron en bandeja después de un gran pase en profundidad al área y una cesión a Navarro en el punto de penalti. Cero a dos y tranquilidad para los caballas.

El San Roque no se tomó la derrota como un agravio y el partido siguió su curso y plácido.

Se alborotó un poco al final. Con un penalti a favor del Ceuta, lo cometió el portero sobre Modeste. Era el minuto 44. Lo falló Cañas, lo tiró flojo a media altura y el portero le adivinó el lado. Un minuto después, mandó el esférico a la madera el San Roque de Lepe. Fin de la temporada. Fin del Municipal de Lepe. Pasa a la historia.

El Ceuta queda sexto. Decepcionante por plantilla, por objetivos marcados, pero más que por ninguna otra cosa, por la sensación ofrecida durante toda la temporada, de incapacidad e impotencia, de mal juego, y todo, a pesar de una plantilla hecha a golpe de cheque pensada para salirse de la tabla, para quedar campeón de grupo.

Ahora se abre ese periodo incierto, en el que se disparan los rumores sobre quién se queda y quién no. Sobre quién será el entrenador. Suena ya Carlos Terrazas. Y sobre todo leer y ver qué equipos sí luchan por estar en segunda el año que viene. También habrá que hablar de cuentas.