Los participantes de fuera de la Ciudad comenzaron a llegar este viernes a la localidad, disfrutando de "la comida y sus gentes" antes de vaciarse corriendo este sábado
Al llegar en el barco, la almeriense Ana López quedó maravillada ante la vista de Ceuta. Llegaba hoy por primera vez a la Ciudad autónoma para participar en la Cuna de la Legión, carrera cívico militar cuya VIII edición se celebrará este sábado. Como ella, miles de personas de fuera de la ciudad autónoma han pisado suelo ceutí este viernes, algunos tras un viaje duro, como los legionarios de Melilla, que repostaron con una pizza en D' Armandos: "Es la tradición".
El ambiente esta tarde en las calles era notablemente más movido que en la Plaza Nelson Mandela, desde donde se accede a la recogida de dorsales. Allí los organizadores celebraban que los vecinos hubieran seguido su consejo de acudir a por su número durante el miércoles y el jueves, para no saturar la oficina coincidiendo con la llegada de los participantes peninsulares. "Mañana calculamos que todavía faltan por venir unas setecientas u ochocientas personas", detallaba el coronel Jiménez Parejo.
Se mostraba contento el militar por un notable crecimiento en la participación, que alcanzará las 5.500 personas, algo para lo que se sienten capacitados merced al "aprendizaje acumulado en estos años". Aunque lo suyo es "combatir", dice sobre el tercio, la jornada de la cuna sigue siendo una de las más especiales del año para ellos, "al menos en lo deportivo".
También lo es sin duda para los compañeros del equipo de legionarios de Melilla, que también pasaba la tarde en la plaza Nicaragua. Llegados tras "un largo viaje en barco", nada más estuvieron instalados en su residencia en el cuartel de artillería, bajaron a comer una pizza. "He tomado una de gambas con salmón que estaba increíble. Lo mejor para el motor. Es una tradición que tenemos", comentaba uno de ellos.
La noche de este viernes les tocará "dormir bien", para tratar de buscar los puestos de honor en la prueba: "Venimos con buenos resultados y estaremos donde nos ponga la carrera", subarayaban, abriendo la puerta a salir de fiesta el sábado su la cosa va bien.
Muy sonriente estaba Ana López, almeriense que debuta en la Cuna. A ella sí le parece que "la ciudad está limpia" -"me ha sorprendido", señalaba-, después de darse un paseo y comer unos pinchitos de presa en La terraza de Menchu. Agradecida también por la "hospitalidad de los legionarios", espera completar "en el tiempo permitido" la carrera de veinte kilómetros.
