El terremoto que originó en primavera la deuda que el Consejo de la Juventud había contraído con la Seguridad Social, con Hacienda y con algunas empresas privadas y que le llevó a su desaparición sigue produciendo sacudidas. La última la ha notado la Federación de Pádel de Ceuta.

A raíz de aquel caso el Gobierno descubrió que no tenía suficientemente bien controladas a las organizaciones de todo tipo y condición que recibían subvenciones y firmaban convenios para beneficiarse de las arcas públicas siempre a cambio de entregar algo a la sociedad. Y por eso se endurecieron las condiciones para recibir esas subvenciones y firmar los convenios. A la Federación de Pádel esto le ha pasado factura.

La Consejera de Juventud, Deportes y Nuevas Tecnologías, Kissy Chandiramani, asegura que dicha federación mantiene una deuda con la Seguridad Social que es lo que le impide firmar un nuevo convenio con el Instituto Ceutí de Deportes (ICD), ya que hasta la fecha, según Chandiramani, no ha podido justificar los gastos y el empleo del convenio correspondiente al ejercicio anterior. “No justifica el convenio anterior, no se puede firmar el convenio nuevo”, resume Chandiramani. La consejera puntualiza que ese asunto lo lleva directamente el ICD.

Esa situación ha obligado a la Federación de Pádel a suspender las clases durante una semana. Según ha reconocido su presidente, Óscar Pascual, a Ceutaldia.com el monitor encargado de impartir los cursos llevaba desde abril sin cobrar su salario. Y el lunes 23 de octubre se plantó y dejó de trabajar, las clases se reanudaron este lunes, día 30 de noviembre, debido a un acuerdo con el ICD, que ha sido quien ha contratado directamente al monitor, según ha explicado el propio Pascual.

A vueltas con ¿la deuda?

El presidente de la Federación de Pádel niega tener alguna deuda con la Seguridad Social, en contra de lo que manifiesta la consejera Chandiamani, con Hacienda o con Servicios Tributarios. Al menos con al Seguridad Social parece cierta la inexistencia de la deuda como Federación de Pádel. Según ha podido averiguar Ceutaldia.com allí no consta ni tan siquiera dicha Federación de Pádel. El último contrato que aparece es de 2007 y se trataría de un club que figura como entidad con ánimo de lucro y no de una Federación.

“No hay deudas con nadie. Simplemente ahora mismo, la ley de subcontratas indica que para poder hacer cualquier subcontrata tienes que presentar certificado de estar al corriente con la Seguridad Social, Hacienda y Servicios Tributarios. No se le debe nada a ninguna de estas entidades. No se ha cumplido el trámite de presentarle Impuesto de Sociedades. Cuando yo accedí a la presidencia nos encontramos con que no se había presentado el impuesto de sociedades correspondiente al último ejercicio del anterior presidente”, explica Óscar Pascual.

Ese sería el problema, según el presidente de la Federación de Pádel de Ceuta, por el que no pueden justificar el último convenio y demostrarle al ICD que son merecedores de firmar el nuevo. En unas dos semanas Pascual espera tener el asunto resuelto, después de que una asesoría se haya ofrecido a realizar el Impuesto de los tres últimos años de forma gratuita. “Porque las demás nos decían que nos lo hacían, pero nos querían cobrar y nosotros no tenemos solvencia”, se queja Pascual.

Por eso la solución alcanzada de momento para que continúen las clases ha pasado por una contratación directa del Instituto Ceutí de Deportes.

Una federación sin ingresos

La Federación de Pádel no tiene dinero. Lo que recaudan en concepto de fichas de sus federados se lo tienen que enviar directamente a Madrid, según explica Pascual. La Federación Española de Pádel exige que las federaciones regionales sean autosuficientes porque todas las autonomías tienen asumidas las competencias en deportes y en todas hay acuerdos que permiten subsistir.

Según Pascual el dinero de las fichas federativas se envía directamente a Madrid al no llegar a un número mínimo de fichas a partir del cuál sí podría tener ingresos por ese concepto la Federación local. Así que mientras tanto su única salvación es el convenio con el Instituto Ceutí de Deportes para impartir clases e intentar concurrir a alguna subvención de la consejería, pero de momento este año, a eso ya no llegaría.

“Cuando yo la cogí ya estaba de esta manera, no tenía fuente de ingresos, el ICD lo sabía y no aportó solución, con el cambio de director se nos habla de subvenciones, pero que ya estamos fuera de plazo para solicitarlas”, lamenta Pascual.