Una de las carreras mejor consideradas de todo el calendario local la Integral Sierra Bullones vuelve este 2022 al circuito después del parón de los dos últimos años a causa de la pandemia. Este lunes el Club Anyera ha presentado la prueba de la mano del Gobierno de la Ciudad y de la Cámara de Comercio, ambos colaboradores necesarios. Las inscripciones para las tres categorías se abren esta semana.

Lo harán de forma escalonada para evitar el colapso del sistema informático y para evitar además que alguien pueda equivocarse de modalidad. Así, este miércoles, 29 de junio, a las 21 horas se abrirá la inscripción para la carrera corta (16 kilómetros); el jueves 30, a la misma hora para la carrera larga (32 kilómetros) y el viernes, 1 de julio a las 21 horas, para la prueba en la modalidad de infantil.

Los precios de inscripción son de 25 euros para los federados y 28 para los no federados en la modalidad corta; 28 y 35 euros en la larga y 10 euros para los infantiles. Con eso se cubre la bolsa del corredor, los detalles para los que la terminen, la participación en sorteos y la atención sanitaria. Un aspecto este último en el que la organización pone especial mimo. Además de Cruz Roja con un hospital de campaña, Anyera ha contratado a otra empresa que hará la prueba a diferentes ritmos portando desfibriladores para garantizar que la carrera es cardiosegura.

La prueba sigue sumando 2 puntos para quienes aspiren a acudir al Mont Blanc. Y sigue ofreciendo un recorrido duro, pero con unas vistas prodigiosas del Estrecho. En la modalidad de infantil los recorridos que se han habilitado son de 3 y 5 kilómetros con un desnivel acumulado de 130 metros. Se retoma la modalidad después de que la última vez que se ofreciera a la cantera participar fuera en 2017. “Se tratar de fomentar un poco el deporte infantil y escolar y renovar con la cantera que algunos estamos ya muy mayores”, ha bromeado el responsable de Anyera, Miguel Martínez.

Para la prueba corta en la que pueden inscribirse además quienes estén entre los 15 y los 21 años, el recorrido propone 16 kilómetros de distancia con un desnivel acumulado de 1.436 metros y uno positivo de 721 metros. El tiempo para completarla se ha estimado en 3 horas y media como máximo.

La prueba larga se extiende por un trazado de 32 kilómetros con un desnivel positivo de 1.392 metros y uno acumulado de 2.778 y la organización ha cifrado el tiempo máximo para completarla en 6 horas y media.

¿Hay que estar en forma? Sí, pero “todo se puede entrenar y todo es posible. No hay meta que no se pueda alcanzar”, ha animado Martínez, avisando también de que cada uno ha de ser consciente de “en qué charco se mete”.

El número de plazas para realizar la prueba es de 1.000, igual que en 2019. Aunque la organización aspira a que en esta ocasión la proporción entre locales y foráneos sea 800-200, doblando así la participación de quienes vienen desde la península.

Ese es precisamente uno de los atractivos que ha destacado el consejero de Fomento y Turismo, Alejandro Ramírez, el potencial tirón que tiene la prueba para atraer turismo. “Es una prueba fundamental. En 2019 ya trajo 100 deportistas de diferentes puntos de España y es una prueba atractiva para el deportista de montaña por la dificultad que tiene y por que se desarrolla en un entorno que es espectacular”, ha Ramírez con conocimiento de causa en primera persona tras participar en ediciones anteriores.

La prueba goza de una reputación excelente en el calendario local y a lo que se aspira es que ese prestigio cruce el Estrecho. En eso quiere colaborar la Cámara de Comercio, que trata de ayudar a la organización a proyectar el evento en revistas especializadas, según ha explicado el presidente de la entidad cameral, Karim Bulaix.

La prueba se celebra el próximo 16 de octubre.