ARRANCA LA HUELGA

Comisiones ve en la situación de la plantilla de El Cornetín un epílogo del 'caso Hércules': "Es exactamente igual"

Comisiones ve en la situación de la plantilla de El Cornetín un epílogo del 'caso Hércules': "Es exactamente igual"
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Un grupo de trabajadores de El Cornetín, durante una concentración a las puertas del centro / A. C.
Los trabajadores del centro han decidido hacer frente a los atrasos en el pago de sus nóminas llevando a cabo una huelga parcial que, sin embargo, no ha podido ser secundada por toda la plantilla por culpa de la declaración de servicios mínimos

Comisiones Obreras lo tiene claro: lo de El Cornetín va camino de convertirse en el nuevo 'caso Hércules'. Para tratar de evitar que así sea, la plantilla del centro ha dado inicio este 17 de octubre a su anunciada huelga parcial. Lo ha hecho, no en balde, con varias bajas en sus filas; la declaración de servicios mínimos emitida ayer mismo por parte de la Delegación del Gobierno ha impedido a un nutrido grupo de asalariados secundar el parón por una mera cuestión de incompatibilidad de horarios.

El motivo de la movilización de este martes es el mismo que el que propició la concentración de hace ahora tres semanas: los atrasos. Según el cocinero y actual delegado de personal del centro, Alejandro Ponce, la situación persiste en el tiempo desde el pasado mes de junio, circunstancia de la que los sindicalistas culpan -claro está- a la Dirección de Kidsco.

Ponce dice saber "a ciencia cierta" que el Ministerio de Defensa está pagando a la mercantil en tiempo y forma; los padres, también. Pese a la religiosidad en las retribuciones, diecisiete días después de que octubre comenzara a cubrir nuestros almanaques, los trabajadores han percibido, hasta la fecha, "menos de la mitad de la nómina de septiembre". La compañía fija una posible vuelta a la normalidad para "febrero de 2024". Hasta entonces, todo parece indicar que, salvo que la Administración intervenga, los empleados de El Cornetín seguirán sumidos de lleno en la actual vorágine de incertidumbre.

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Un grupo de trabajadores de El Cornetín, durante una concentración a las puertas del centro / A. C.

Aun siendo la situación la que es, la empresa permanece instalada en el más absoluto de los silencios. Comisiones no hace más que recibir calladas por respuesta cada vez que pregunta por el asunto: "Nos dicen que nos irán pagando conforme vayan pudiendo". La pregunta se presta a necesidad: si Defensa está soltando la pasta que le corresponde, ¿por qué Kidsco no está haciendo lo propio? "Eso nos gustaría saber a nosotros; no se sabe cuál es el problema", alegaba Ponce, rozando la resignación. Una de las poquísimas excusas que ofrece la mercantil es, al tiempo, de lo más peregrina. "Los altos cargos nos dicen que, desde la pandemia, ha bajado el número de matriculaciones, que ha subido el precio de las materias primas y que no tienen para pagarnos", detallaba el chef de la guardería.

Por si la cuestión de los impagos fuese baladí, Kidsco despidió hace poco a una de las seis profesoras que se desempeñan para el centro. Al parecer, "le dijeron que no había volumen de trabajo suficiente como para que continuara"; eso fue lo que le comunicaron. No obstante, en la carta de despido, aparecía otra cosa: "Ponía que el motivo era su bajo rendimiento". El secretario de Comunicación de CCOO, Agustín Atencia, decía no tener explicación: "No entendemos la maniobra". Según Atencia, "cuando la compañera leyó la carta, pasó un mal rato", puesto que "se ha ido con mucha tristeza de una empresa en la que lo ha dado todo".

Sumados, todos los elementos de la ecuación dan como resultado, efectivamente, una suerte de 'epílogo' del 'caso Hércules'. "No es que se parezca, es que, directamente, es igual", alegaba Atencia, quien considera que la que nos ocupa no es más que "otra situación cíclica". "Pasa en Ceuta y en toda España", defendía. Las similitudes, desde luego, están ahí, pues cabe recordar que, "en Hércules, empezaron con impagos cortos hasta que llegó un momento en el que se dejó de pagar".

Para añadir un elemento más a esa macabra ecuación que deja traslucir la situación vivida por los exasalariados de Hércules, la compañía estaría tratando -dicen desde CCOO- de "coartar el derecho a huelga". Hace escasas veinticuatro horas, la Dirección de Kidsco pidió al cocinero del centro que dejase preparada la comida que se serviría en el día de hoy. El pretexto: poner al chef entre la espada y la pared. "Si, por lo que sea, los niños pillan una intoxicación, la responsabilidad es mía", alegaba Ponce, quien ve en la orden de sus superiores "un claro incumplimiento del protocolo de Sanidad".

Comisiones ve en la situación de la plantilla de El Cornetín un epílogo del 'caso Hércules': "Es exactamente igual"


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