El día en que Marruecos cerró la frontera del Tarajal después de que la OMS declarara la pandemia de covid-19, el 14 de marzo de 2020, la Seguridad Social contabilizaba 2.405 trabajadores transfronterizos dados de alta en la ciudad autónoma de Ceuta. Dos años, cuatro meses y cuatro días después, sólo 187 de aquellos trabajadores transfronterizos han vuelto a su puesto de trabajo tras la reapertura del paso fronterizo. Una cifra que supone solo el 7,7% del número de transfronterizos con contrato existente en la ciudad autónoma antes de la pandemia.

Desde que se reabriera la frontera con Marruecos, la Seguridad Social ha recibido 638 expedientes para la contratación de un trabajador transfronterizo, en su inmensa mayoría empleadas de hogar. Cuando resuelva todos los expedientes pendientes, apenas se llegará a la tercera parte (29,35%) del número de transfronterizos que trabajaban (legalmente) en la ciudad autónoma en marzo de 2020. 

La Seguridad Social tiene un plazo máximo de tres meses para resolver cada expediente, aunque según fuentes oficiales la media de espera para resolver cada expediente ronda el mes. En la actualidad son 187 los trabajadores transfronterizos que ya tienen  su documentación en regla y pueden acceder a la ciudad autónoma para desempeñar su trabajo (pero no pernoctar), lo que supone apenas una treintena más de los 150 que tenían su documentación en regla en la fecha de la reapertura del paso fronterizo con Marruecos.

Hasta el cierre de la frontera se contabilizaban en Ceuta 2.109 empleadas de hogar transfronterizas y 280 trabajadores por cuenta ajena en otras actividades y 17 por cuenta propia. Hoy esa cifra se ha reducido a menos del 8% y, aunque se prevé que las solicitudes seguirán llegando en goteo, parece claro que no se volverá a alcanzar la cifra de 2020. Las condiciones, mucho más estrictas, impuestas por la Seguridad Social para las nuevas contrataciones — con un salario mínimo de 1.000 euros brutos mensuales y solo en jornada completa—han hecho desistir a muchos empleadores. Nuevos requisitos a los que se suma un contexto de crisis que ayuda a desincentivar un poco más la contratación de una empleada de hogar. 

Una reducción en la cifra de trabajadores transfronterizos dados de alta en Ceuta que está en consonancia con las cifras de tráfico de personas y vehículos entre España y Marruecos por la frontera del Tarajal. En el primer mes tras la reapertura del paso fronterizo, entraron en Ceuta 53.000 personas y salieron 54.000. Una cifra para la que antes de la pandemia bastaban solo cuatro días.