El turista marroquí vuelve a florecer: se disparan los visados y la ocupación hotelera

El turista marroquí vuelve a florecer: se disparan los visados y la ocupación hotelera
policía frontera tarajal

Las entradas por El Tarajal se han triplicado en un año, cifras refrendadas por los establecimientos hoteleros de la ciudad, que ponen el acento en el fuerte incremento durante el actual periodo estival


El cambio en la naturaleza fronteriza arrancó hace más de un año. Demanda que venía tanto por parte de las instituciones, como de los diferentes actores de la economía local. ¿El problema casi inmediato? Pretender mantener las mismas cifras con una conversión tan radical. Es el argumento que enarbolan desde Delegación del Gobierno en la línea de pedir paciencia. “No se puede pedir un cierre a la entrada de ciudadanos de Marruecos (que ahora solo pueden entrar con visado) y pretender que todo siga como antes. Para los cambios se necesita tiempo”.

Los cambios son para mejorar. O, eso dicen. Tiempo al tiempo, aunque en este transcurso pequeños haces de luz comienzan a aparecer. La frontera atraviesa un momento incipiente, y más allá de las voces que piden perseverancia, los números hablan por sí solos. El turista marroquí no se ha olvidado de Ceuta, de hecho, desea volver, y lo está haciendo. “Nos consta que en los últimos meses se ha producido un fuerte incremento de personas con visado, es decir, que han tenido que justificar unos medios económicos”, señalan desde la institución de la plaza de los Reyes.

Declaraciones que sobre el papel se traducen en cifras, solo en los meses de verano- de junio a la actual fecha de agosto-, en un triple de ciudadanos que han pasado el Tarajal con visado. De 5.000 en 2022, a 14.000 en el mismo periodo del actual ejercicio. Son los números que recogen los documentos consulares, a los que ha tenido acceso Ceutaldia.com, y que refrendan los diferentes establecimientos hoteleros de la ciudad.

Desde uno de los hoteles su máximo responsable ante un primer requerimiento para que ofrezca su visión sobre el asunto no duda en afirmar que “sí que se nota. No tengo los datos de porcentaje respecto a 2022, pero seguro que hay un avance. No es como antes de la pandemia, pero se avanza, aún queda un camino por recorrer. Se notó especialmente la semana de la feria”.

Y aunque el sistema del hotel no está del todo afinado para resumir por provincias las reservas, sí apuntan a que hay un pico de ciudadanos marroquíes procedentes de Casablanca.

La disgregación por provincia se tercia complicada en cualesquiera de ellos, aunque sí que manejan datos con más exactitud. Solo en el periodo comprendido entre junio y agosto, en otro de los complejos la ocupación se ha incrementado en 1.061 turistas. Es decir, han pasado de 180 en 2022, a 1.241 en 2023. Mayor es el incremento en otro céntrico hotel. 112 ciudadanos marroquíes con visado quedaron registrados el pasado año, que han quedado arrollados por los 2646 de este verano.

Los picos en ocupación hotelera son perceptibles, un aumento del 16% se ha dado en otro de los alojamientos consultados por este medio. Sin embargo, aunque las cifras no son equiparables, sí que desprenden una primera conclusión: el turista marroquí vuelve a florecer en Ceuta, y apuesta por posicionarse, nuevamente, como uno de los motores para su economía.

Frente a la asfixia atravesada durante los últimos años, en los que la cadena de la economía ha presentado constantes fisuras. Ceuta comienza a coger aire. Sus hoteles vuelven a respirar, y todo es cuestión de tiempo para que repercuta en el resto de su pirámide que siempre ha tenido en su base alimenticia al ciudadano procedente del otro lado fronterizo.

Con la condición de frontera recuperada, ahora avanza para sentar las bases de una nueva naturaleza: la de un turista con visado, presumiblemente, con alto poder adquisitivo, que se acercan a la ciudad a sabiendas de que es una frontera, segura, fluida y tranquila, sin los incidentes que eran habituales antes de la reapertura bajo condiciones Schengen, como una frontera de la Unión Europea.

 

 

Visados expedidos para marroquíes

 

España concedió a Marruecos un total de 183.707 visados a marroquíes durante el año 2022, según los datos publicados por el Observatorio Permanente de la Inmigración del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Son un 135 por ciento más que los concedidos un año antes, en 2021. Pero aún fueron menos que los concedidos en 2019 (antes de la pandemia) cuando se superaron los 210.000 visados concedidos.

De ese total, la mayoría fueron del tipo de corta duración: 144.666. Pero en este caso el incremento sobre 2021 fue superior, un 182 por ciento, casi el doble. Y también en este caso se quedaron por debajo de los concedidos en 2019, cuando se alcanzaron los 172.190 visados de este tipo concedidos a marroquíes.

Los visados de corta duración autorizan a ciudadanos fuera del espacio Schengen a entrar durante como máximo 90 días en un periodo de 180 días en el territorio comunitario y presentan diferentes tipos de autorización en base a los motivos por los que se conceden.

La edad media de estos visados de corta duración fue de 35 años, repartida casi a partes iguales entre hombres y mujeres (53-47 por ciento, respectivamente).

Dentro de esas tipologías la mayoría fueron por múltiples entradas al país, 82.524 concedidos para este tipo de viajes. Y el otro grueso fue por turismo y estancia (56.358). Por ser familiar de comunitario se concedieron 3.596 y con validez territorial limitada 1.766.

Este último dato quizás sea uno de los más interesantes para el caso de Ceuta a la luz de la comparativa con años anteriores y atendiendo a que los visados para el tránsito territorial hacia otros países que admiten marroquíes sin necesidad de visado se encuentran dentro de la estadística de los visados de corta duración con categoría propia.

En este caso, los visados con validez territorial limitada que fueron 1.766 durante 2022, bajaron durante los años 2021 y 2020 cuando la frontera permaneció buena parte del año cerrada a 156 y 770 respectivamente. En cambio en 2019, año previo a la pandemia habían ascendido a 3.158. Casi el doble que los que se concedieron en 2022. Lo que puede dar una idea más aproximada de cómo está saliendo la estrategia de apostar por exigir visado a cualquier marroquí que quiera acceder a Ceuta.

 

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