NAVIDAD

Ayala prefiere los Reyes, a los niños les da igual y los padres eligen polvorones gratis

Ayala prefiere los Reyes, a los niños les da igual y los padres eligen polvorones gratis
Un momento de la polvoroná. /A.I.
Un momento de la polvoroná. /A.I.
Cientos de vecinos pasaron por el centro durante la tarde para plantear sus deseos a Santa Claus y disfrutar de los dulces navideños con lingotazos de anís

La tarde de este martes se planteaba intensamente navideña y cumplió con las expectativas con creces. Cientos de ceutíes se desplazaron al centro de la localidad para relatar sus deseos a Santa Claus, que llegaba justo de visita a la ciudad, donde permanecerá los próximos días. Si los niños aguardaban ansiosos su turno para ver al entrañable señor de la navidad lapona, sus padres contaban los minutos para asaltar las cajas de polvorones, que volaron, como el anís, en una barra municipal situada frente a la Plaza de España.

Justo al anochecer, Papa Noel abrió su chiringuito, pequeño pero coqueto, en la Plaza Nelson Mandela. Rápido se montó una cola enorme. Guillermo Molina le dijo que quería un "scalextric", de esos que ya casi no se llevan, y al veterano barbudo se le escapó una sonrisa.

Marcos Fernández deseaba explicar lo que quería y entre asuntos de nombres complejos quedó claro que en lo que más interesado estaba era en una camiseta del Madrid: "De Joselu", puntualizó.

Pilar Orozco reparte unos roscos.
Pilar Orozco reparte unos roscos.

Por allí andaba el asesor delegado de la consejería de Festejos, risueño, comiendo unas deliciosas galletas. Se le veía "contento" de la buena acogida a Santa Claus y defensor de una tradición que cada vez gana más adeptos y tiene "una parte tierna y bonita para los niños". Eso sí, el es de los magos de Oriente: "Los Reyes siempre tendrán más acogida", subrayaba.

A los niños, por lo que decían, les daba igual, "siempre que haya regalos". Así lo exclamaba Valentín Ortíz, al que sus padres rápidamente llevaron del brazo camino a la polvoroná.

Una marabunta de gente atestaba la barra municipal donde se servían polvorones y bajo la que reposaba más de una decena de cajas de anís, que botella a botella se iban subiendo a la instalación para servir a los sedientos.

No se pegaba tanto la gente por la bebida como por los dulces gratuitos, que muchos se llevaron a decenas por mano y a buen seguro decorarán las mesas navideñas de un buen número ceutíes: "A mí me gustan mucho y acompañan bien las noches frías con una copita de anís", subrayaba la concejala Pilar Orozco, que no paraba de repartir roscos mientras los villancicos aflamencados ponían el ritmo en la tarde norteafricana.

Ayala prefiere los Reyes, a los niños les da igual y los padres eligen polvorones gratis


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