El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) sigue por encima de su capacidad. Según informó ayer el propio delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González, son 630 los inmigrantes que duermen bajo su techo, algunos más de las plazas con las que cuenta el centro.

Si bien, la situación es relajada si se compara con lo que sucedía sólo hace unas cuantas semanas, apenas tres meses, cuando el centro llegó a rebasar los 800 internos debido a las sucesivas oleadas de llegadas irregulares.

Así las cosas, González se mostró satisfecho del funcionamiento del centro, mientras veía una muestra de belenes realizados por los propios inmigrantes. Una iniciativa que surgió de una de las propias inmigrantes y en la que se ha volcado todo el centro, personal e inmigrantes, incluso los de confesiones distintas a la cristiana, según relató el delegado.

La satisfacción en la plaza de los Reyes con el funcionamiento de la institución es grande. Tanto que González llegó a recordar que el CETI es tomado como “modelo y ejemplo” cuando es visitado por los representantes europeos a la hora de planificar nuevos centros de atención a inmigrantes irregulares. De ahí que no haya en Ceuta protestas parecidas a las que se han vivido estos días atrás en Roma o en Lampedusa.

Entre otras razones, según el delegado del Gobierno por el excelente trabajo que realizan los 100 trabajadores con los que cuenta el centro y porque los internos tienen libertad de entrada y salida, cosa que no sucede en todos los centros de este tipo.