Desde la Delegación recuerdan que un Real Decreto prohíbe expresamente la entrada de ovinos procedentes de Marruecos en la Unión Europea. Además, Ceuta está especialmente vigilada por los responsables comunitarios tras la declaración de un caso de rabi en la ciudad reciéntemente, además de por la presencia endémica en Marruecos de enfermedades como la lengua azul o la brucelosis. Por estos motivos, la importación de corderos marroquíes podría suponer la exclusión de Ceuta del espacio higiénico-sanitario europeo, lo que conllevaría graves consecuencias para la industria ceutí de exportación de alimentos, así como a largo plazo directamente para la población.