Según la declaración de la víctima, el detenido le invitó a subirse al coche que conducía para intentar llegar a un acuerdo sobre una denuncia que había presentado contra el camarero de un local regentado por el agresor. Una vez en el coche, se dirigieron a un lugar poco transitado en las cercanías del CETI, en el que el detenido auxiliado de otras dos personas esposaron a la víctima después de que se negase a retirar la denuncia. Los asaltantes comenzaron a propinar patadas al esposado, que vio posteriormente como el presunto agresor sacaba una pistola con la que le propinó dos culatazos en la cara, que le provocaron la rotura de cuatro dientes. Antes de irse, el principal agresor arremetió con el coche contra el herido, al que alcanzó en la pierna.
La víctima reconoció al agresor gracias a las fotografías aportadas por la Policía, que procedió a su detención. El detenido ha pasado a disposición judicial. En cuanto a los otros dos asaltantes, el denunciante mantiene que son marroquíes y desconoce su identidad.