El 74 por ciento de los inmigrantes declara que vive muy a gusto en España, sin embargo, el 40 por ciento detecta desconfianza en la sociedad hacia su religión. La encuesta muestra un alto grado de confianza en las instituciones, en algunos casos por encima de la media nacional, y una convicción de que el mundo occidental es más avanzado y tolerante que los países islámicos.
Los entrevistados se declaran religiosos y practicantes en mayor número que los españoles, 80 por ciento frente al 54, consideran que ninguna religión es superior a otra y que la violencia es inaceptable para defender las creencias.