La ocasión lo merecía; no se cumplen doscientos años todos los días. La Policía Nacional ha sacado este 13 de enero a relucir sus mejores galas para celebrar el bicentenario de su episodio fundacional. La céntrica plaza de África ha sido escenario de un vistoso (y concurrido) acto solemne que ha estado atravesado por un arriado de bandera; nada de medallas ni condecoraciones esta vez.

La ceremonia ha estado encabezada por Francisco López Gordo y Cristina Pérez, a quien el acontecimiento le ha valido su primera aparición institucional como delegada del Gobierno en Ceuta. Juan Vivas, Marcos Llago, Fernando Tesón y Pedro Ferrer (el segundo jefe del Cuerpo) han completado la parrilla de autoridades.

La presencia del comandante general no ha sido gratuita: el suceso ha estado ampliamente secundado por parte del gremio militar; varias decenas de soldados han formado estoicamente junto al vasto grupo de policías que han tomado parte de manera activa en el evento, cuya principal pretensión pasaba por "acercar la Policía a la ciudadanía".

El aperitivo musical lo ha servido en bandeja, precisamente, la Banda de Música de la Comandancia. A la batuta, la siempre rigurosa Amadora Mercado; frente a ella, más de una docena de músicos a los mandos de trompetas, clarinetes y tambores.

A diferencia de lo ocurrido cada año en la gala de los Santos Ángeles Custodios, en esta ocasión, la voz cantante la ha llevado el jefe superior del Cuerpo en suelo caballa, no la titular de Delegación. Nada más hacer su entrada, López Gordo iniciaba un obligado paseo que servía para pasar revista a los agentes (y militares) allí posicionados.

La bandera nacional hacía acto de presencia a los pocos minutos de quedar definitivamente compuesta la plana mayor. En su transporte hasta el mástil, han participado funcionarios adscritos a la Policía local, la Guardia Civil, a las Fuerzas Armadas y al propio CNP; también, una menor de la comunidad hindú en aras de las cuatro culturas que coexisten en nuestra salada tierra.

Mientras los presentes enganchaban la rojigualda a los mosquetones del asta, resonaban en la zona los primeros compases de la Marcha Granadera. De inmediato, todo el mundo -público e intervinientes- se ponía en pie. Ya con la bandera ondeando al compás del viento de levante, la relatora lanzaba un sonoro "¡Viva España!". "¡Viva!", replicaban sin titubear policías y militares.

Estando el escenario plenamente dispuesto, López Gordo se hacía con la palabra para pronunciar el que ha sido su segundo discurso público desde que sucedió en el cargo a Javier Nogueroles. "Me llena de satisfacción ver aquí a tantas autoridades", arrancaba.

Para el máximo responsable del CNP en Ceuta, la efeméride hoy conmemorada constituye una oda a "una obra colectiva". Fue en 1824 cuando la policía española -la moderna- vio la luz al amparo de una Real Cédula promulgada por el rey Fernando VII. Entonces, al igual que ahora, el objetivo principal pasaba por "garantizar la seguridad pública". "Los efectivos patrullaban a pie o, como mucho, a caballo; hoy, utilizamos hasta drones", apuntaba López.

El excomisario jefe de la UIP ha aprovechado el tirón para poner en valor "la labor fundamental que el Cuerpo ha desempeñado desde 1978 en pro del fortalecimiento de la democracia en España". "Ha costado mucho; centenares de agentes han perdido la vida desde aquella época por culpa del terrorismo", lamentaba, para remachar: "Hoy, es un día para renovar nuestro compromiso con la nación".

Las palabras daban paso a un preceptivo homenaje a todos los agentes muertos en acto de servicio a lo largo de los muchos años de convulsa historia de la Policía Nacional. "Lo demandó el honor y obedecieron; los requirió el deber y lo acataron; con su sangre, la empresa rubricaron; con su esfuerzo, la patria engrandecieron", sonaba a través de la megafonía.

Tras depositar el propio López Gordo y su segundo una corona de flores a los pies del monumento a los caídos, varios funcionarios lanzaban al aire una sonora salva que hacía estremecer a más de uno. El broche al acto lo ponía el Himno de la Policía Nacional.