En la lluviosa mañana de este sábado, José A. Carracao junto a algunos miembros de la ejecutiva del PSOE de Ceuta, han visitado la Barriada de El Sarchal. Por su situación, orientación y paisajes probablemente un lugar idílico para vivir y también una de esas barriadas olvidadas, por no decir despreciadas, por la Administración Local.

Lamentablemente el presidente de la Asociación de vecinos, aquejado de un proceso gripal, no ha podido guiar la visita como posiblemente hubiese deseado. No obstante el responsable del Morabito-Mezquita de Sidi bel Abbás tuvo la amabilidad de acompañar al S.G. de los Socialistas y transmitirle los principales problemas que afectan a la Barriada.

Ya desde el principio de la visita, desde la misma entrada, les hizo notar que la pista deportiva ubicada junto a la histórica Cárcel de Mujeres, parte del patrimonio ceutí que presenta un estado de abandono y deterioro manifiesto, tenia un acceso que debido a los corrimientos de tierra había perdido su carácter como tal y era un simple barrizal. Serían suficientes unas jornadas de trabajo de las Brigadas Verdes para reponerlo a su estado original.

Basta dar unos pasos adentrándose en la barriada para percatarse que el problema del aparcamiento no es ajeno, tampoco, a esta barriada. En una zona en la que la anchura de la calzada permitiría la circulación en doble sentido y una fila de aparcamiento, unas líneas amarillas hacían ilegal el estacionamiento de unos cuantos coches. Más adelante el estacionamiento de vehículos reducía la circulación a una solo carril. Y eso que en algunos ensanchamientos desaprovechados se podrían habilitar algunas plazas adicionales. Seguro que a esta barriada no les llega el publicitado Plan Aparca. Y casi habría que decir que afortunadamente para ellos. Pues aparte de la casi imposibilidad de acometer tales infraestructuras en la barriada, se felicitan de que no se les cambien aparcamientos gratuitos por aparcamientos de pago.

Otra de las deficiencias a la que tampoco son ajenos es la de los tendidos eléctricos aéreos. Parece increíble que en pleno siglo XXI todavía ese tipo de infraestructura siga presente en tantas zonas de la ciudad.

En un momento en los que la lluvia arreciaba, los visitantes tuvieron la oportunidad de cobijarse en lo que los vecinos consideran local social, aunque reconociendo que no era más que un chamizo en la que pocos aceptarían recogerse ni siquiera provisionalmente. Si una imagen vale más que mil palabras sería deseable que todos los lectores pudiesen apreciar de lo que se habla.

Mohamed puso de manifiesto que aunque agradecían las obras de recuperación del camino de ronda que desde El Sarchal llega hasta el Desnarigado, una señal de prohibido el paso y una valla que cierra el paso, plantea dificultades insalvables para vehículos de gran tamaño, camiones, hormigoneras, bomberos, ambulancias, que no pueden dar la vuelta si acceden a la barriada por su trabajo o por emergencias. Además se desaprovecha una explanada próxima al Morabito que permitiría a los padres de los menores que acuden a la mezquita todas las tardes dejarlos y recogerlos de una forma más cómoda y así mismo los viernes durante la oración llegar hasta las proximidades y aparcar esa media hora dedicada al rezo. Parece que bastaría atrasar señal y valla para que los intereses del patrimonio histórico y la comodidad de los ciudadanos fuesen compatibles. La visita se extendió hasta el Morabito-Mezquita y sus instalaciones. Nueva sorpresa. Un cuadro eléctrico que da servicio a un edificio ajeno esta adosado a la pared del Morabito de Sidi bel Abbás. Este morabito muy venerado por los musulmanes ceutíes y que fue el único templo islámico respetado durante la conquista de la Ciudad por Juan I de Portugal, en 1415, parece no gozar de la misma consideración por parte de la empresa de distribución eléctrica ni de la necesaria protección como parte del patrimonio histórico ceutí. Como pondríamos el grito en el cielo si una actuación similar se hiciese en el templo de “nuestra” patrona. Parece ser que en Ceuta todos somos iguales, pero unos más iguales que otros.

La visita a la zona alta de la barriada puso de manifiesto otra queja, casi general, en las barriadas no céntricas. El estado del alcantarillado, cuyas fugas ponen en riesgo la salud de los vecinos, la falta de acerados y muchos accesos evidentemente deficientes en el estado de su pavimentación.

Y para cerrar la visita y el agravio comparativo que esta barriada siente como una injusticia, les fue mostrada una farola, caida sobre una vivienda, desde hace dos años con su cableado aéreo suelto y con una caja de empalmes de otra farola, ya desaparecida, en el mismo suelo. Los vecinos hicieron notar la diferencia de trato con que la ciudad trata ese tema del alumbrado público cuando observan la renovación innecesaria que se hace en el entorno de la casa del Presidente y la que a ellos les sería imprescindible.

José A. Carracao se despidió de los vecinos prometiéndoles que sus peticiones no caerían en saco roto. “Los socialistas somos los defensores de vuestros derechos y vuestra voz en todos los foros en los que puedan y deban ser escuchadas vuestras quejas”