El suntuoso Tronco de chocolate de la Hermandad del Medinaceli se ha coronado estas fiestas como el mejor postre en el I Concurso de Dulces Navideños organizado por el Consejo de Hermandades y Cofradías de la Ciudad Autónoma de Ceuta y el área de Fiestas.

Cuidadosamente espolvoreado con purpurina, azúcar glas y ramas de acebo, piñas y pequeñas setas artificiales a modo de decoración, el postre, relleno de dulce de leche y con lascas de chocolate para emular la corteza del tronco de un árbol real ha cautivado los ojos y paladares de los jueces. 

Ha sido un veredicto ajustado en el que el segundo premio ha ido a parar a la Cofradía de la Buena Muerte, que ha elaborado un típico roscón con fruta escarchada al que ha bautizado como Rosco de la Ilusión. Tal ha sido el nivel que el jurado formado por la ama de casa Luci, la repostera profesional Alicia Sánchez (Le Tartelier) y al secretario del consejo, Francisco Lechuga, ha decido que cerrarían el podio dos creaciones: las suculentas magdalenas de la Cofradía del Resucitado y los pestiños de la Flagelación.

Se trata del primer año, una edición en la que tanto el vicepresidente del consejo, Pepe Agüera, como asesor delegado de Cultura en la Ciudad, Eduardo Ayala, se han sorprendido de la gran acogida.

“Esperaba un poquito menos, la verdad”, ha confesado Agüera entusiasmado al ver las ocho propuestas, todas ellas distintas, encima de la mesa del jurado desplegada en la plaza Nelson Mandela. “Soy muy goloso, pero no puedo, soy diabético y se me caen los lagrimones de ver lo que han traído los compañeros”, ha confesado.

La idea, es ahora que el certamen se consolide para vencer la barrera inicial de la desinformación y la clásica excusa del “yo no me he enterado”. “Este es el inicio y esperemos que el año que viene se repita cuando organizas cosas nuevas siempre tienes que poner que es la primera edición, porque así obligas a que el año que viene sea la segunda”, ha contado Ayala, también feliz de ver que el listón ha estado alto ya en la inauguración.

Los campeones se llevarán este año un diploma y la satisfacción de saber que forman parte de un concurso que está llamado a convertirse "una tradición" entre los ceutíes y para el que las próximas navidades Agüera ya piensa en una categoría especial para aquellos que, como él, no quieran, no puedan o no deban ingerir azúcares.