El condenado había recurrido el veredicto del jurado popular encargado del juicio en la Audiencia Provincial, ya que consideraba que no había pruebas suficientes, al no ratificarse en un declaración de culpabilidad como había hecho en la instrucción previa, y que los testimonios de los testigos pudieron estar influidos por la gravedad de los hechos.
Sin embargo, el TSJA considera que aunque el condenado decidiese no declarar en la vista oral, la versión de la instrucción previa es prueba suficiente, así como de los testigos que le vieron claramente huir del lugar manchado de sangre. El testimonio original de Kassem, en el que relató al juez cómo había perpretado el crimen, de forma coincidente con las investigaciones policiales, se suma según el Tribunal también como prueba de cargo suficiente para acreditar el hecho por el que se le condena, y rechazar el recurso.