Poco tiene más valor y significancia para el ceutí medio que el hecho de ser objeto de una recepción encabezada por Juan Vivas (admítelo, tu también querrías tener la tuya). Hoy, 26 de julio de 2023, cuatro jóvenes hasta ahora desconocidas pueden decir, orgullosas, que han visto materializada tan valiosa y cotizada pretensión. ¿El motivo? Su belleza.

El presidente de la Ciudad ha recibido en el Palacio Autonómico a las ganadoras del certamen que sirvió para escoger a las reinas de las Fiestas Patronales del año en curso. Lo ha hecho en su propio despacho, al amparo de algunos miembros de su renovado Gabinete (véase, por ejemplo, la recién estrenada titular de Cultura, Pilar Orozco).

Andrea, Laura, Alba y María han sido despachadas por el jefe del Ejecutivo transcurridos apenas cinco minutos del mediodía. Pese a la vergüenza inicial y al entendible nerviosismo, sus caras denotaban ilusión y felicidad. "Qué guapas...", se le escapaba al presidente.

Vivas no ha dudado en utilizar la cercanía y la distensión para deshacer el nudo que las chicas tenían en sus gargantas, casi como queriéndolas meter dentro de una especie de burbuja para aislarlas del tumulto y las miradas de los periodistas. "¿Cómo van los estudios?", les preguntaba. "¿Qué queréis ser cuando seáis mayores?", proseguía.

Tras entregar a cada una de las chiquillas un pin con la efigie de la Virgen de África, Vivas, Orozco y todos los presentes en el lugar han protagonizado un obligado posado grupal que permanecerá imborrable en el imaginario caballa.

Cabe señalar que el recibimiento ha hecho las veces de preludio de lo que está por venir. Dentro de escasamente tres días, las cuatro reinas serán las dichosas encargadas de accionar el botón que encenderá los miles de puntos de luz del alumbrado ornamental. "Es algo que no vais a olvidar nunca", zanjaba el alcalde.