OBRA EN LICITACIÓN

Más de tres décadas de promesas rotas en el agujero negro de la plaza Nicaragua

Más de tres décadas de promesas rotas en el agujero negro de la plaza Nicaragua
Vista de la Plaza Nicaragua
Vista de la Plaza Nicaragua
Las obras de la plaza Nicaragua están ya en proceso de licitación tras 35 años de espera, ocho presidentes de Gobierno, una docena de consejeros de Fomento y ocho proyectos fallidos.

Hace ya una década, el entonces diputado Mustaffa Mizzian anunciaba a bombo y platillo las inminente obras de la plaza Nicaragua. Desde entonces los vecinos han perdido la cuenta de anuncios de comienzo de las obras y promesas de urgente urbanización de la zona. Buscando en las hemerotecas, los vecinos de la plaza Nicaragua han encontrado más de 200 noticias en la última década anunciando el próximo comienzo de las obras. Más de una década después, el proyecto para convertir este gigantesco solar en una plaza está al fin en la plataforma de licitación, presto para su adjudicación. La obra, según el pliego de condiciones, deberá estar concluida un año después de su adjudicación, el próximo mes de noviembre.  

Parece el comienzo del fin de una larga historia de promesas rotas, problemas y proyectos fallidos que empezó hace ya más de 35 años, con Fructuoso Miaja como presidente y María José Navarro como consejera de Fomento. Desde entonces han pasado por el Palacio Autonómico seis presidentes y más de una decena de consejeros de Fomento. Todos prometieron una plaza en esa zona convertida en inmenso vertedero en el corazón de Hadú. Todos incumplieron su promesa. Tal vez por ello, aunque los vecinos no esconden su hartazgo, quieren agradecer que las promesas que llevan escuchando décadas empiecen ahora a tomar forma. Y eso a la vista del historial del proyecto ya es mucho.

AVV Calle Nicaragua

En un comunicado leído por el presidente de la asociación, Fernando Sotomayor, los vecinos “agradecen —al actual equipo de Gobierno— que la licitación llegue en tiempo y forma”. “Es por ello que tanto esta asociación como los vecinos que viven en esta plaza y los de las zonas colindantes, así como los de todo Hadú, se congratulan  de que este martes por fin se publicara en la plataforma de licitación el proyecto. Como es de bien nacidos ser agradecidos, con una tremenda paciencia y mucho agradecimiento para regalar quisiéramos agradecer  alas personas implicadas en que la licitación llegue a tiempo, seguramente nos dejaremos a alguien en el camino. Son muchos años de lucha, muchas personas afectadas y demasiadas mentiras que olvidar”.

“Que nadie confunda nuestro agradecimiento con una bajada de pantalones, nuestras reivindicaciones van a seguir. Son muchos años, más de 35, muchas publicaciones, más de 200 desde 2010 donde se hace referencia  a la obra de la playa Nicaragua. Por eso sabemos que no hemos conseguido aún”, advierte la Asociación de Vecinos del la calle Nicaragua. “Esta asociación va a estar atenta a los tiempos y todas las gestiones alrededor de la plaza Nicaragua. El momento es ahora, no hay un después, después puede ser nunca”.

“Si alguien está cansado somos nosotros”, confiesan, temiendo que de nuevo la promesa caiga en saco roto.”Un promesa ni puede tardar 35 años”, advierte. Treinta y cinco años en los que los vecinos han sufrido de todo, estafas incluidas. “La primera promesa vino acompañada de una cantidad de dinero que se pidió a cada vecino para que se hiciese la plaza Nicaragua. El promotor de las viviendas le pidió a cada propietario 500.000 pesetas (3.000 euros), estamos hablando del año 1985, para hacer la plaza. Tenemos documentación de que se entregó al Ayuntamiento un aval bancario por 42,5 millones de pesetas (Algo más de 255.000 euros) . Se perdió el dinero, se perdió el señor de las obras, se perdió todo y del aval bancario no se supo más”. Esa fue la primera promesa rota. “Luego han venido ocho proyectos y cada proyecto cuesta un dinero”. 

Plaza Nicaragua

Pero, además de las estafas y las promesas rotas, el origen del actual problema de la plaza Nicaragua es semántico. Lo que llamamos “plaza” no es sino un inmenso solar en terraplén con una edificación de tres plantas (una subterránea) a medio terminar. Un agujero negro cubierto habitualmente por un reguero de basura que periódicamente limpia la Ciudad —con lo que ha costado todas las veces que han limpiado el solar podrían haber hecho la plaza, apuntan los vecinos— y dos “viviendas” ilegales, una en un viejo módulo de obra y otra, aunque parezca mentira, en una excavadora abandonada para el desguace. A ello hay que sumar la maleza, las ratas, los insectos y quienes utilizan este solar, a la espalda de la barriada, para consumir droga o pasear a sus mascotas sin plantearse recoger sus excrementos.

Después de tantos olvidos y tantas promesas vacías, los vecinos, aunque agradecidos, siguen desconfiando. Cada vez que se anunciaba su inminente ejecución, junto con otros proyectos, veían como el resto de obras se acometían mientras su barrio seguía siendo un agujero negro de basura. “Hemos visto a políticos venir, hacerse una foto con la plaza de fondo, no vamos a decir nombres y al otro dñua salir un artículo que si la plaza Nicaragua esto o lo otro”. Y volvía caer en el olvido. Por eso, avisan, Van a estar atentos los plazos y las gestiones. “Tiene que ser ahora, porque después puede ser nunca”.

Más de tres décadas de promesas rotas en el agujero negro de la plaza Nicaragua


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