El Partido Popular ha llenado la plaza de África de personas que han acudido a la llamada para expresar su oposición rotunda a los acuerdos alcanzados por el PSOE de Pedro Sánchez con los partidos catalanes ERC y Junts per Catalunya para lograr su investidura como presidente del Gobierno. Las urnas les dieron una mayoría absoluta en la que suman 12,5 millones de votos si se cuentan también los de Coalición Canaria junto los del PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, y BNG, por los algo menos de 11,2 millones que suman PP y VOX. ¿Democracia? El PP cree que no y así lo ha expresado en las plazas de todo el país este domingo. Y así lo ha expresado el presidente de los populares en Ceuta, Juan Vivas:

“Decimos no a los acuerdos adoptados porque no se puede negociar la revisión de los cimientos del estado; no se puede negociar la revisión de los pilares de nuestra Constitución sin oír a los españoles a través de las urnas. No es legítimo. Los españoles, el pueblo español, es el único titular de la soberanía nacional, el único acreditado y legitimado para poder modificar la Constitución, no se puede hacer a espaldas del pueblo español. Ningún gobierno está legitimado para negociar los pilares de la Constitución sin contar con quien tiene la legitimidad para hacerlo, el pueblo español a través de las urnas”, ha arengado Vivas a los suyos en un discurso de unos 10 minutos de duración que ha precedido a la lectura del manifiesto que ha resonado en todas las ciudades del país, y que en Ceuta ha leído el diputado, Javier Celaya.

El presidente ha ido repasando los argumentos de los populares, haciéndolos suyos, a su estilo, uno a uno, para oponerse a la investidura de Sánchez, emanada de las urnas. Y no ha dudado en cuestionar la legitimidad de la misma, la legitimidad del dictado de las urnas.

“Es legítimo intentar la investidura. Es legítimo intentar acceder al Gobierno de la Nación, pero con la misma contundencia que digo esto, digo que no es legítimo hacerlo a cualquier precio, por un puñado de votos poner en riesgo lo que tanto ha costado construir, lo que tanto provecho ha reportado al conjunto de la sociedad española. No es legítimo hacerlo”, ha expresado Vivas.

Para el líder de los populares, los acuerdos adoptados suponen “que se delimite nuestra democracia” (SIC) y eso ni lo quiere el PP ni tampoco “el desprestigio de nuestras instituciones”, ni “que se perjudique la imagen de España en el exterior”. “No queremos en fin que a través de estos acuerdos se transmita inseguridad y desconfianza”.

“Nos duele España y por eso estamos aquí”, ha casi arrancado Vivas su discurso, trufado de expresiones que bien podrían entenderse como, en cualquier caso, por mucho que se exacerben los discursos y se dibuje un panorama de casi golpismo institucional o incluso sin el casi, a mantener la calma y confiar a pesar de todo en esa “democracia consolidada” que es España y sus resortes constitucionales para frenar desde las instituciones cualquier posible extralimitación sobre la Constitución.

“El Partido Popular no se va a callar, el Partido Popular va a decir alto y claro que estamos en contra de esos acuerdos; de manera cívica, pacífica, como hacemos las cosas en el Partido Popular”, ha expresado Vivas.

“Estamos en desacuerdo estos acuerdos, a la amnistía y al resto de acuerdos porque creemos con toda sinceridad que la gobernabilidad de España no puede someterse a la voluntad de los independentistas, a la voluntad de quienes tienen un objetivo claro y lo han vuelto a poner de manifiesto, a quienes quieren dividir a los españoles para debilitar a España; a quienes quieren demoler los cimientos de nuestro ordenamiento constitucional; a quienes quieren romper la igualdad de todos los españoles ante la Ley, la unidad de España; a quienes quieren poner en cuestión la independencia del Poder Judicial, la división de poderes, el estado de las autonomías. No podemos consentirlo. No lo vamos a permitir y vamos a utilizar todos los cauces democráticos que tenemos a nuestro alcance para evitarlo, que no le quepa duda a nadie”, ha arengado Vivas a los suyos.

No es posible para Vivas darle “el privilegio de la inmunidad” a quien de forma consciente “quebrantó la Ley”, justo dando el ejemplo contrario al que estaba obligado, “y además lo hicieron con violencia”. “No van a tener el privilegio de la impunidad mientras el Partido Popular tenga voz, mientras que los españoles sepamos lo que beneficia y España necesita”, ha dicho Vivas, interrumpido por gritos de “no a la amnistía”, que poco después se sucederían por los de “Puigdemont a prisión”, y que en algunos casos se trocaban en “Puigdemont al paredón”.

Como no podía ser de otro modo, tratándose de Vivas, todos esos argumentos los ha rematado con un alegato de puro ceutismo: “Si algún pueblo en España ha demostrado madurez, ese es el pueblo de Ceuta. Creo que Ceuta es un ejemplo para el resto de España. Cuando en Ceuta nos hemos tenido que enfrentar y ha sido necesario proteger nuestra integridad y soberanía de amenazas del exterior; cuando ha sido nectario ponerle de manifiesto al conjunto de España que el sentimiento de pertenencia a España es compartido recen como recen y se llamen como se llamen, cuando ha sido hora de defender nuestra convivencia, garantizar la igualdad de los ceutíes con el resto de españoles, los ceutíes lo hemos hecho con altura de miras, con responsabilidad y desde la serenidad y la firmeza”, ha invocado Vivas. Y con esa misma serenidad y firmeza espera ahora que los ceutíes defiendan la “unidad de España como patria común e indivisible de todos los españoles”.

Para Vivas lo que está en juego con los pactos entre el PSOE y los partidos nacionalistas son los cimientos democráticos que se dio el país en la transición con la Constitución del 78. “Somos muchos más y España saldrá adelante”. Con la Constitución y la democracia ene a mano, hoy en toda España hay un grito único, un grito potente, un grito insobornable: España no se rinde”. Y ese “España no se rinde” que el partido había preparado en carteles que portaban muchos manifestantes ha resonado tras lanzarlo Vivas por la megafonía.