Las peligrosas condiciones en el interior de la mina rusa Raspádskaya obligaron a suspender las tareas de rescate de las 84 personas que permanecen atrapadas desde ayer. Al menos 12 trabajadores murieron y 53 resultaron heridos en las dos explosiones de metano dentro de la explotación de carbón, situada en la región hullera siberiana de Kémerovo (a 3.500 kilómetros al este de Moscú), según informó la fiscalía rusa.